Religión

SENDEROS

Lo práctico para una vida sana

“Ámense los unos a los otros, como yo los amo”.Getty Images

Lesbia Gómez SueroEspecial para Listín Diario
​Santo Domingo

Moisés, como un legado de conducta, dejó los 10 mandamientos. Sin embargo, Jesús, como gran maestro y sanador de almas, entendió del gran compromiso que esto implicaba a una humanidad resurgente, y como un medio de aligerar la carga y compromiso, lo redujo a sólo dos mandamientos: “Ama a Dios sobre todas las cosas, y a tu prójimo como a ti mismo”.

Dos, con un fundamento abarcador, que compendia una vida de absoluta entrega.

Lo práctico en ello radica en que Dios debe ser de preeminencia, con un amor de servicios, que se deriva en conjunción de amar al hermano, entendiendo que nos unifica en su esencia de amor divino, donde todos nos cobijamos como una unidad, sin menosprecio a color, raza, clase y dogmas.

Entendiendo que se ha de transitar el trascendental sendero del medio, equilibrando los sentimientos, donde los opuestos sean cuales fueran, nunca dan la armonía real.

El amor vence al odio en la lid del ruedo de los sentimientos. Donde el buen discernimiento conduce a la prudencia, y de este a la paz, por el respeto al derecho ajeno.

Sería tan fácil vivir dando calidad a la vida, a través del amor desarrollado y compartido con el prójimo, que se hace instrumento de vida del plan de Dios.

Así nos dice Jesús, con su más alto grado de amor: “Ámense los unos a los otros, como yo los amo”.

Y mi paz los alcanzará en su trascendental propósito de autorrealización.

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