¿quién educa al pueblo?
“El que pierda su vida por mí, la encontrará”
El evangelio de este domingo es muy controversial, porque Jesús nos dice a todos nosotros: “El que quiera a su padre o a su madre más que a Mí no es digno de Mí; y el que quiera a su Hijo o hija más que a Mí, no es digno de Mí, y el que no coge su cruz y me sigue no es digno de Mí. El que encuentra su vida la perderá, y el que pierda su vida por Mí, la encontrará”.
Es un Evangelio precioso, pero controversial.
A veces dejamos al Señor a un lado frente a nuestras vidas, y nos cuesta escogerlo en nuestras dificultades. Somos demasiados egoístas y si no hemos tenido un verdadero Encuentro con el Señor, no vamos a ser nunca dignos de Él.
Este Evangelio nos invita a una reflexión profunda sobre la decisión de seguir a Jesús y las implicaciones que esta decisión tiene en nuestra vida. La comparación que Jesús hace entre el amor a la familia y el amor a Él puede parecer excesiva, pero en el contexto de persecución que vivían los discípulos era necesario tomar opciones claras y firmes. La opción por Jesús y su Evangelio tiene un costo, pero también tiene una recompensa.
¿Qué significa para mí perder mi vida por Jesús?
Este Evangelio nos llama a dejar atrás nuestras comodidades y seguridades para seguir al Maestro, incluso en situaciones de persecución y muerte. Y cuál es nuestra capacidad de acogida y recibimiento hacia los demás.
Mateo nos llama a una entrega radical y a una apertura generosa hacia los demás. Y San Pablo nos recuerda que, al ser bautizados en Cristo, morimos al pecado y renacemos a una nueva vida en Cristo, luchando contra el pecado y buscando siempre la santidad. ¡Amén! ¡Amén!