¿Quién educa al pueblo?
Pentecostés y María
En esta ocasión estamos celebrando el Día de las Madres que coincide con el Domingo de Pentecostés. Y es una belleza poder celebrarlo.
“María, la madre de Dios, está presente en Pentecostés, porque se trata de un nacimiento, el nacimiento de la Iglesia, ‘pueblo de Dios’. Durante el Concilio Vaticano II, el Papa Paulo VI proclamó a María ‘Madre de la Iglesia’”.
Pero ella no lo es de la misma manera en que se convirtió en la Madre de Jesús el día de la Anunciación. Para fundar Su Iglesia Jesús ha elegido a los Apóstoles. San Lucas ha precisado que ellos habían sido elegidos “en el Espíritu Santo”.(Hechos 1, 2): Por esto decimos en el Credo que la Iglesia es “Apostólica”.
Hay que subrayar también que la presencia de María es señalada por San Lucas en los días que preceden a Pentecostés.
El día de Pentecostés, quien está en el centro es Pedro. Él había tomado la iniciativa de proveer la sustitución de Judas. Es él quien hoy toma la palabra, “de pie con los once”, para anunciar el Evangelio de Cristo resucitado.
Sin embargo, a pesar de que María, ese día, no está en primera fila, Pentecostés es, quizás, una de las fiestas más auténticamente marianas.
María nos conduce a Jesús. Ya en Caná, el Espíritu se había expresado por su boca cuando decía a los sirvientes: “Hagan lo que Él les dice”.
La Fiesta de Pentecostés es una ocasión especial para descubrir el verdadero sentido del rezo del Santo Rosario: Con María, aprendemos a conocer mejor, a amar mejor, y a seguir mejor a Su Hijo”.