“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”

Este Evangelio de hoy es un Evangelio súper especial, y es que San Juan es “lo máximo”, como diría uno de mis hijos.

San Juan era el discípulo amado del Señor. El que estaba todo el tiempo junto a él y nunca lo ofendió.

Fue la persona que el mismo Jesús le entregó a su Madre. Que es mucho decir, "como dirían los dominicanos".

El Señor está muy agradecido de sus discípulos y les dice que se va a prepararles unas estancias, para que donde Él esté puedan estar también ustedes.

Cuando Tomás, que parece que siempre es el que nunca se da cuenta de nada y tiene que estar preguntando siempre, el mismo Jesús es quien le dice: ¡Cuántas obras hice y ustedes, mis discípulos que siempre han estado conmigo, me preguntan si soy el Mesías!

Las palabras con que titulo este artículo es para saber si reconozco que verdaderamente eres mi camino, mi verdad y mi vida.

En la realidad que vivimos no estamos exentos de pasar por momentos de soledad, confusión y angustia, como los vivieron los discípulos de Jesús, quienes lo acompañaban en la Última Cena y que al escucharle hablar intuyeron que él vislumbraba amenazas y persecuciones que acabarían con sus vidas.

Varios son los caminos que nos pueden conducir a la solución de nuestras dificultades y solo contigo puedo lograr esa felicidad que deseaba. ¡Amén!