SENDEROS
Más vale un buen silencio que un mal ruido
Antes de emitir un juicio piensa qué quieres con ello, si tus palabras van a sumar en lugar de restar, si vas a aportar en lugar de crear conflictos, si vas a ser propositivo o si no. Antes de lamentar un error es mejor identificarlo y evitar que sea dañino, por eso referí: “Más vale un buen silencio que un mal ruido”. El silencio siempre será mejor que un ruido que te dañe de eso no hay duda.
La vida es una escuela en la cual los más callados logran ser más productivos, ya que no gastan su energía comunicándose con los demás, ni tratando de imponer sus criterios; viven de una forma más empática y suelen lograr más que aquellos que viven gritando y haciendo ruido por doquier. De igual forma logran mejores resultados aquellos que entienden que el odiar o el sentirse infelices no les lleva a lugar alguno, sino que entienden que estamos en este mundo para aprender, crecer y admitir humildemente los errores. El silencio es un lugar más que bueno para entendernos a nosotros mismos, para desnudar el alma ante nuestras limitaciones para luego iniciar una vida más abierta al diálogo interior. El silencio es un don que se nos ha dado para meditar, entender y saber escuchar una mente ruidosa, inquieta y rebelde que hay que acallar.