Visionario
Custo Barcelona, “No somos revolucionarios. Hemos tenido la voluntad de hacer algo que no existía.”
- Gráficos abstractos y de colores que vistieron a los actores de la serie Friends y Sex and the City.
La historia de esta marca comenzó a escribirse durante unas vacaciones de verano a finales de los años 70. Cuando dos hermanos, David y Custo Dalmau, decidieron hacer un viaje en motocicleta por Estados Unidos y el resto del mundo, una travesía de 2 años.
Terminada esta aventura, que sirvió de inspiración para ambos, regresaron a España e iniciaron este proyecto de diseñar camisetas mezclando ilustraciones.
“Cuando empezamos, decidimos apostar por el color. Durante esos años, no se utilizaba llevar tantas tonalidades en una camiseta. Al cabo de un tiempo, agregamos la fusión de materiales y eso le aportó identidad. Un valor agregado que hoy la hace reconocible y con anclaje en el mercado”, cuenta Custo en su visita a las instalaciones del Listín Diario. “Que la gente empiece a reconocerte sin ver la etiqueta, eso es tener identidad definida”, agrega.
Inició formalmente en 1981, cuando decidieron trasladar el espíritu de las lonas al diseño de camisetas. La identidad de la marca siempre estuvo clara: gráficas abstractas y colores. En aquel entonces, estaba dirigida a un mercado minimalista y clásico.
Tras su llegada a los Estados Unidos, los estilistas de televisión y del cine estadounidense se enamoraron del estilo juvenil y casual de Custo Barcelona. Una ventaja que le permitió vestir a actores de las series de televisión más importantes de la historia, entre las que figuran Friends y Sex and the City.
“Llegamos con ese proyecto de desarrollar camisetas en el año 1996. Siendo un poco visionarios porque, al cabo de cuatro años, ya estábamos en otro milenio, se nos ocurrió hacer algo distinto, algo nuevo (aunque faltaban cuatro años) para que iniciara el año 2000.”
En aquella época, esta propuesta fue un éxito para los directores de vestuario, pues iba en contracorriente. “Era totalmente antimoda, lo que hacíamos no era tendencia”. Tanto fue su apogeo que Custo Barcelona presentó su primera colección en la New York Fashion Week de 1997.
Logrado su éxito, Custo, arquitecto de profesión, y David, diseñador gráfico, decidieron preocuparse por entender lo que era la moda. “Empecé a ver que lo que estaba haciendo se vendía en una tienda. Entonces, nos interesamos por potencializarla y entenderla. Tuvimos la suerte de hacer un producto que gustara”, explica.
No se marchó del periódico sin antes explicar como, después de 43 años de carrera como diseñador, la marca Custo Barcelona sigue en el mercado. El principal valor de la marca se basa en la eterna juventud, a cualquier edad, y la individualidad, huyendo de las imposiciones de la moda tradicional.
Pero la clave no solo está ahí. Su director creativo dio más razones: “Creamos. Pero tiene que ver también con la sostenibilidad. Esas piezas que hicimos en el 96 para el nuevo milenio se venden en tiendas vintage y muchos las ven coleccionables. ¿Por qué lo hacen? Supongo que representó, o representa, algo especial de algún momento de su vida y porque tienen mucha calidad. Algunas de ellas tienen más 30 años y siguen iguales. Son emocionales, tenemos que seducir a las mujeres y hacer prendas con larga vida.”
Además, se le reconoce la forma peculiar de coser las camisetas, combinando las telas naturales (seda, algodón y lana) con fibras artificiales para crear este lenguaje de encuentro extremo, un lenguaje de moda avanzado.