Rodner Figueroa: “La moda pasa, el estilo permanece”

Su objetivo es que sus prendas de vestir puedan, por sus diseños, ser permanentes por la forma y el estilo que llevan, que nunca pasen de moda.

“Cuando hablo de permanente, quiero decir que un traje mío te lo puedas poner hoy, te sientas divina, elegante, sofisticada y chic sin esfuerzo. Luego, ese mismo traje lo vuelvas a usar dentro de diez o quince años y que, cuando te lo pongas, tengas esa misma sensación”, explica.

Así piensa Rodner Figueroa a la hora de diseñar, pero también porque está completamente convencido de que “la moda pasa, el estilo permanece”. Para él es más importante que sus creaciones tengan utilidad en el tiempo. “Porque las cosas que son muy de ‘moda’, pasan”.

Este comunicador, que ahora está conquistando su sueño más anhelado, ser diseñador, vivió y creció en un ambiente matriarcal. Es por esto que la moda siempre fue muy natural para él.

“Cuando entré a la comunicación, quise también dedicarme al periodismo de moda y las propias seguidoras me fueron llevando a que les creara ropa con toda lo experiencia que tenía y porque les gustaba mi manera de vestir”.

Siempre tuvo la inquietud de diseñar, pero su trabajo en televisión no se lo permitía. “Hacer moda es muy laborioso, consume y requiere muchísimo tiempo. Es un trabajo que no para, porque terminas una colección y debes trabajar la siguiente temporada, y casi te olvidas de la que tienes en pasarela”.

Durante el confinamiento en la pandemia, comenzó a trabajar en su primera colección, una respuesta, además, a lo que sus seguidoras le pedían.

“Me decían: ‘somos mujeres que tenemos cuerpos reales, por favor diseña para cualquier tipo de cuerpo, porque no todas entramos en lo que proponen los diseñadores en Londres o Milán, diseña para nosotras’”.

Rodner sigue las tendencias de colores, pero lo que más disfruta es ver que la mujer se siente elegante y sofisticada al llevar puesto un traje diseñado por él.

Fue honesto y confesó que es muy retador crear piezas inéditas y funcionales para mujeres.

“La primera situación que enfrentamos los diseñadores es encontrarnos con que todas las mujeres tienen un cuerpo distinto. Las dimensiones de la mujer, por regla general, fluctúan. Entonces, conseguir vestirlas a todas y que disfruten de eso es complicado”, asegura.

Por consiguiente, esta es la razón por la que es fiel amante de crear siluetas que fluyan, que caigan. “Que tú lleves el vestido y no que el vestido te lleve a ti. Lograr complacer a todas las mujeres es imposible, pero intentarlo es el reto. Mis diseños están pensados en que cualquier tipo de cuerpo lo pueda lucir”.

CANAIMA

Se elabora en El Salvador porque cree y apuesta al talento de Latinoamérica. Con esta propuesta, le hace un tributo y homenaje a su país: Venezuela. 

“Canaima es un lugar muy especial para mí. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994. Es muy hermoso, está en el Amazonas y tengo gratos recuerdos porque lo visitaba con mis padres, junto a mis tres hermanos. Cuando mi madre falleció, nos pidió que esparciéramos sus cenizas en este lugar. No he tenido el chance y la voluntad de hacerlo. Mi línea de ropa también es un tributo y un homenaje al estilo de mi madre. Se juntaron esos tres elementos: Canaima, Venezuela y mi madre”.