RECOMENDACIONES
Hago queloides, ¿puedo tatuarme?
Antes de hacerse un tatuaje se debe consultar a un dermatólogo o especialista en cicatrices
¿Puede una persona que hace queloides realizarse un tatuaje? La respuesta es sí; sin embargo, debe ser cautelosa y tomar ciertas consideraciones importantes antes, durante y después del proceso.
Antes de hacerse un tatuaje se debe consultar a un dermatólogo o especialista en cicatrices. Es necesario que un profesional evalúe la piel y diga el riesgo potencial de desarrollar queloides o cicatrices hipertróficas como resultado del tatuaje, explica Chantal Hernández, dermatóloga clínica y cosmética.
Otro profesional involucrado en este proceso es el tatuador, obviamente el responsable de realizar el grabado en la piel.
Hernández afirma que se debe buscar a un tatuador profesional con experiencia en trabajo con personas que tienen piel propensa a queloides. “Un tatuador experimentado será capaz de ajustar su técnica para minimizar el trauma en la piel y reducir el riesgo de cicatrices anormales”.
El experto en covers tattoo, Ariel García, corrobora la opinión de la especialista. Agrega, que es compromiso del tatuador tener herramientas adecuadas y en buen estado, sumado a esto debería tener un poco de conocimiento sobre anatomía de la piel.
“El tatuador que no sabe absolutamente nada de la anatomía de la piel, o sea, del cuerpo o de medicina, aunque sea un poquito, podemos decir que puede estar en problemas”, afirma.
García considera que lo más importante entre cliente y profesional que vaya a realizar el tatuaje es que se haya comunicado la condición, junto a esto la manera en la que se haga el trabajo.
Se debe realizar una prueba
La dermatóloga recalca que algunas personas optan por realizar una prueba antes de tatuarse. Esto implica tatuar una pequeña área de la piel para evaluar cómo responde antes de proceder con el tatuaje completo.
Ambos profesionales coinciden que debe tomar en consideración el tema del tamaño y la ubicación del tatuaje.
Hernández afirma que las áreas de la piel que están en constante movimiento o tensión, como las articulaciones, pueden ser más propensas a desarrollar queloides. Un tatuaje en una zona menos propensa a la tensión podría ser una opción más segura. De su lado, García señala que arriba de las manos y de los pies se debe tener mucho cuidado, debido a que es una piel muy sensible.
Luego de realizarse el tatuaje, viene una de las partes más importante, el cuidado. La persona debe seguir las instrucciones de cuidado posterior proporcionadas por tu tatuador de manera estricta. Mantén la zona del tatuaje limpia y evita el rascado, dice Hernández.
“El cuidado es un 60 % del proceso, o sea, el hacer yo el tatuaje sería como 40 %, ya más importante que eso es el cuidado. Digamos que tres días sin ponerse crema, lavándose dos veces al día con un jabón neutro, cero agua caliente, lo normal que todos sabemos agua playa ni piscina. Evitar el sudor de otra persona”, señala García.
Es importante proteger la zona tatuada del sol durante la fase de cicatrización y después de que la piel haya sanado completamente. La exposición al sol puede hacer que las cicatrices sean más notorias.