folcloreando
Los pregoneros
Son los vendedores ambulantes que se paseaban por las calles ensalzando las cualidades de sus mercancías, convirtiéndose en un espectáculo pintoresco. Todavía aparecen unos cuantos que tienen el coraje de buscar el sustento de su familia sin saber si con su canto seducirán al comprador. Algunos pregones dicen: “El amolador... traiga su tijera, traiga su cuchillo, traiga su machete y traiga todo lo que sea de amolar… que aquí, en este carro hay un amolador automático, que le amuela su herramienta y se la deja que corta como una navaja”
Hay hombres y mujeres
“Atesadooor, atesando lo batidooreee, por cinco peso se lo pongo duro, se lo pongo tieso, por cinco peso, atesando lo batidoooreee”; “Ey tú, mírate la jagua. frequesita”; “Lleeevo la miel de abeja, aceite bacalao, aceite tiburón... aquí lo llevo muy limpio y puro pa’la vecina para que depué no te con su juqui juqui y no diga que por aquí no pasó el hombre de la miel de abeja. lleeeevo la miel de abeja”. “Marchante, las hojas, llevo binibini, amansa guapo, arrasa con tó’, quita tufo, hojera... las hojas, llevo hoja de naranja, rompe zaraguey, vente conmigo, amarra hombre, ¡Hojeera…las hojas! Es bueno decir que también hay mujeres que tienen su sazón como pregoneras.
¡Vaya forma de vender!
Viviendo en Villa Juana, en la Peña Batlle, principio de los años setenta, pasaba a las cinco de la mañana un señor que vendía unos panes acabados de hacer, tostaditos y el panadero decía: “mamiiii llego papi. Llevo pan ñoño mami, que si lo aprietan grita”. Mi madre lo escuchaba desde lejos y bajaba a comprar su pan. Un día mi madre estaba en la cocina y no lo escuchó y el panadero sabiendo que ella lo compraba a diario voceó: “maaamiiii llego papi” y mi madre le contestó: “ya voy papi”. Cuando mi padre escuchó ese diálogo ustedes no se imaginan el insulto que le dijo al panadero, le expresó que eso era una frescura de su parte. Pues, déjenme decirles que el panadero jamás voceó frente a mi casa y mi papá jamás comió de ese pan. Mi mamá tenía que estar en el balcón esperando que pasara…en silencio.