Estrenar en Año Nuevo y Navidad: Tradición que ha decaído con el tiempo
Al conversar con reporteros del LISTÍN DIARIO, algo “fabuloso” esperar cada 25 de diciembre para usar un vestido nuevo. La tradición consistía en que, en los días festivos del último mes del año, se debía usar ropa nueva, desde la cabeza hasta los pies.
Una de las principales tradiciones de la cultura dominicana es “estrenar” ropa nueva durante el asueto de Navidad y Año Nuevo, sin embargo, la misma ha ido decayendo con el pasar de los años.
Con el pasar de los años la tradición ha sido modificada, los ciudadanos dominicanos han adquirido el poder adquisitivo suficiente para ir comprando nuevas prendas en el curso del año y no tienen que esperar a diciembre.
En décadas anteriores, en los días previo a Navidad y Año Viejo, avenidas como la Duarte de Santo Domingo y la Gregorio Luperón son caracterizadas por ser las más transitadas en esta temporada y es que en estas se encuentran algunas de las zonas más exclusivas de la ciudad para comprar ropa, con las famosas “tres b” (bueno, bonito y barato).
Sin embargo, aunque aún se siente un gran movimiento de personas en las tiendas; ya no se siente el éxodo masivo que convertían a la avenida Duarte en una “calle peatonal”, ya no es visible; eso contrasta con lo que era la tradición hace varios años.
Martina De Jesús, de unos 50 años de edad, recuerda lo especial que era para los niños de su época usar ropa nueva durante las fiestas navideñas.
De pequeña, Martina recuerda que a finales de octubre y principios de noviembre, los padres estaban buscando el dinero para comprar esas ropas y continuar la costumbre, ya que “era muy triste cuando un niño no podía estrenar”.
Al conversar con reporteros del LISTÍN DIARIO, algo “fabuloso” esperar cada 25 de diciembre para usar un vestido nuevo. La tradición consistía en que, en los días festivos del último mes del año, se debía usar ropa nueva, desde la cabeza hasta los pies.
"Desde las bolitas que uno usaba en el cabello hasta las medias (calcetines), todo eso era nuevo”, explicó la ama de casa.
Tiempos atrás, los niños no eran llevados a las tiendas, por lo que en una ocasión le compraron un par de zapatos; al intentar probárselo, notó que le quedaban ajustados; además, recuerda cómo todas las noches en los días previos a Navidad, oraba y se probaba una y otra vez los zapatos, con el único deseo de que sus pies se redujeran.
“Todas las noches, yo me medía los zapatos. Los tenía guardados, en su caja, encima del armario”, a pesar de que sus padres tenían la posibilidad de cambiar ese calzado, ella no quería, porque le gustaba el modelo elegido.
"¡Ay, señor! Que no me cambien esos zapatos, me gustan mucho, ponme los pies más chiquitos”, dijo, tras recordar que cuando llegó el día de estrenar, se probó los zapatos, pero sus pies seguían del mismo tamaño y ya no había más nada qué hacer.
Ninguna circunstancia climática arruinaba ese día: "esa ropa se ponía sea como sea", afirmó la señora.
“Si tengo que volver a vivir esa etapa, la vivo, porque me la gocé”, aseguró entusiasmada Martina.
¿Por qué se convirtió en tradición?
Un antropólogo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Edwin Aristy, plantea que el acto de estrenar en República Dominicana es una tradición que, “forma parte del proceso de transculturación que se da en sociedades como la nuestra”, asegurando que distintas culturas influyeron en esta.
Asimismo, destacó que esta actividad tiene una gama de significados, desde simbolizar un nuevo comienzo, resurgir tras dificultades económicas, además “en muchas culturas, usar ropa nueva también es una forma de atraer éxito económico y bienestar”, aunque otras veces es considerado una especie de premio por el trabajo duro realizado durante el año, comentó el experto.
No obstante, también encasilla esta actividad como parte de una estrategia generada por el “sistema capitalista” que ha fomentado el consumismo en esta época del año, explicó el especialista desde una perspectiva sociológica.
Con los años los dominicanos han mantenido el acto como un ritual para atraer buena suerte, debido a que se cree que estrenar en Navidad puede servir de amuleto para atraer las cosas buenas del año próximo.
Sin embargo, para otros, esta costumbre representa dejar atrás lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo con las “pilas puestas” o energías renovadas. Además, es una manera simbólica de cerrar ciclos y dar la bienvenida a nuevas oportunidades y experiencias.
Así como se celebra una nueva temporada, se espera un nuevo calendario; lucir algo nuevo puede marcar un cambio significativo en tu vida.