BIENESTAR
En diciembre: La importancia de disfrutar con moderación y plenitud
Planea tus celebraciones con inteligencia. Si sabes que tendrás una cena especial, opta por comidas más ligeras durante el día. Escucha a tu cuerpo, saborea cada bocado, y no temas decir “no” cuando algo no se alinea con lo que necesitas.
El mes de diciembre siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón. Es una época que nos envuelve en un aire de celebración, amor y conexión con las personas que más queremos. Sin embargo, también sé, como coach y como ser humano, que diciembre puede convertirse en un arma de doble filo si no sabemos mantener un equilibrio entre disfrutar y cuidar de nosotros mismos.
Hablar desde la experiencia me permite conectar contigo de una manera genuina. En el pasado, cometí el error de dejarme llevar por el frenesí de las festividades: demasiada comida, desvelos, compromisos sociales sin fin… y lo pagué caro. Mi salud se vio afectada, y no me di cuenta hasta que el cuerpo, con su sabiduría inquebrantable, me pidió a gritos que me detuviera.
Hoy quiero compartir contigo algo que aprendí con esfuerzo y dedicación: la clave está en la moderación y la conciencia.
La moderación como acto de amor propio
En diciembre, todo parece ser más: más reuniones, más comida, más bebidas, más compromisos. Y aunque es hermoso compartir, también es importante recordar que tu bienestar no tiene precio. Comer en exceso, descuidar el sueño o dejar de moverte no solo afecta tu cuerpo, sino también tu mente y tu espíritu.
¿Mi consejo? Planea tus celebraciones con inteligencia. Si sabes que tendrás una cena especial, opta por comidas más ligeras durante el día. Escucha a tu cuerpo, saborea cada bocado, y no temas decir “no” cuando algo no se alinea con lo que necesitas. Recuerda: la comida estará en la mesa, pero la verdadera riqueza está en las conversaciones, las risas y el cariño que compartes con los demás.
El poder de la conexión
Como alguien que ha atravesado momentos difíciles, valoro profundamente lo que significa tener a nuestros seres queridos cerca. En estas fechas, prioriza lo que realmente importa: las personas que amas. Al final, no recordarás el postre que comiste, sino las historias que compartiste, las manos que apretaste y los abrazos que diste.
Diciembre no tiene que ser perfecto, ni tú tampoco. Lo que lo hace especial es la intención que pones en cada acción. Conecta desde el corazón. Apaga el teléfono, mira a los ojos y haz sentir a los tuyos que son lo más importante.
Encuentra tiempo para ti
Entre las prisas de las compras, los compromisos y las fiestas, ¿dónde quedas tú? No olvides que cuidar de ti mismo es también un acto de amor hacia los demás. Dedica momentos al silencio, a respirar profundamente, a caminar o simplemente a hacer algo que disfrutes en soledad.
No temas apartarte unos minutos del bullicio para reconectar con lo que realmente eres. Si estás bien contigo mismo, estarás mejor con los demás.
Mi invitación para ti
Hoy quiero retarte a hacer algo diferente este diciembre: vive el momento presente con moderación, conciencia y gratitud.