REALIDAD Y FANTASíA
La Navidad revivida como antes
Ya todo está listo y celebraremos nuestra navidad con los acostumbrados adornos y una elegante comilona. La edad no importa, lo que es fundamental es !el espíritu de la época más alegre y bella del año!
Los afanes navideños tienen a todo el mundo ocupado y distraído. Naturalmente que las tiendas están haciendo su agosto. Ya el doble sueldo corrió de manos de la gente a los sitios en donde querían gastarlo: en comida, vestimentas y también en objetos para el hogar.
Con ayuda de una antigua empleada que en estos tiempos es licenciada en educación y tiene la gentileza de acudir a ayudarme en el ritual de armar el arbolito navideño, sin el cual la Navidad no tienen sentido, asi como el pequeño nacimiento que desde que mis nietos eran pequeñitos he preparado con la ayuda de sus afanosas manitas.
Aunque ahora están crecidos y ya uno de ellos contrajo matrimonio continuo con la deliciosa costumbre. Ellos siempre recuerdan anécdotas sobre la construcción del nacimiento y cómo una vez se perdió el nacimiento. Desconsolados lo buscamos por donde quiera y no tuve más remedio que correr a una tienda y adquirir un repuesto. No resultó tan bonito, pero había de conformarse.
Cuál no sería mi sorpresa cuando una de mis nietas exclamó que: ¡Ella sabía en dónde estaba el pequeñito Redentor! Así como la colocación de los reyes magos. Muy oronda se dirigió a uno de los triciclos y levantando el sillín sacó de allí al bebé sagrado con una gran sonrisa de satisfacción.
Esta y otras travesuras jalonaron nuestras navidades, tales como los pleitos por hacer el caminito de arena hasta la chocita de palitos, cubierta de hojitas de palma en donde Maria Y José acunaban su Santísimo Hijo. Así como la colocación de los tres Reyes Magos, muy al comienzo del arenoso caminito.
Todos recuerdan con nostalgia y cariño ese súper agradable y entretenido oficio que les proporcionaba tanto placer al verlo terminado con casitas distribuidas a su antojo, gallinas y corderitos, y por supuesto un angelito sobre el tejado de palmas bien amarrado con hilo de plástico trasparente.
Ya todo está listo y celebraremos nuestra navidad con los acostumbrados adornos y una elegante comilona. La edad no importa, lo que es fundamental es !el espíritu de la época más alegre y bella del año!