MODA
La americana, una prenda que trasciende la formalidad
En los años sesenta, Saint Laurent lanzó su famosa colección de ‘Le Smoking’, un traje de chaqueta y pantalón para mujeres que simbolizó la emancipación femenina en el mundo de la moda.
La americana es una prenda que trasciende la formalidad. De la Marina Real Británica a las pasarelas de la mano de Yves Saint Laurent o Jacquemus, la americana se posiciona como la prenda del momento.
De estructura definida y un toque de formalidad, la americana ha pasado de ser una pieza destinada a contadas ocasiones a convertirse en un básico de armario, fundamental en estilismos de celebridades y también sobre las pasarelas y en el día a día mediante nuevas reinterpretaciones frescas y atrevidas.
En diferentes versiones que van de modelos XL con grandes hombreras a otras que enmarcan la silueta con cinturones ajustados a la cintura o siluetas entalladas, las americanas se convierten en la opción favorita de celebridades en grandes eventos y desbancan los tradicionales vestidos en épocas festivas.
De la Marina Real Británica a Chanel e Yves Saint Laurent
El origen de la americana, también conocida como blazer o chaqueta, se remonta a la Inglaterra del siglo XIX, donde se diseñó inicialmente para los hombres. Este tipo de chaqueta fue usada por miembros de la Marina Real Británica como una prenda práctica y elegante.
En sus orígenes, las blazers se distinguían por su corte recto, de una fila de botones y su carácter funcional, diseñado para resistir el desgaste en actividades al aire libre y formales. El estilo masculino y su estructura militar sentaron las bases de una prenda que aún conserva un aura de autoridad y presencia.
De la Marina Real Británica a las pasarelas de la mano de Yves Saint Laurent o Jacquemus, la americana se posiciona como la prenda del momento.
En la historia de la moda, algunas marcas y diseñadores han desempeñado un papel crucial en la popularización de la americana, con versiones adaptadas a las modas de la época pero fieles a la identidad de cada una de las firmas.
Fue Coco Chanel, en la década de 1920, quien jugó un papel crucial en la introducción de la americana en la moda femenina, liberando a las mujeres de los rígidos corsés y promoviendo una imagen de independencia. La diseñadora francesa apostó por cortes más suaves y telas que daban a la mujer mayor movilidad y comodidad.
Con esta reinterpretación, Chanel revolucionó la forma en que las mujeres vestían, integrando la americana como símbolo de poder y elegancia. Las chaquetas de Chanel, en tejido de tweed y con grandes botones se convirtieron en referencia obligada para aquellas mujeres que buscaban proyectar una imagen de seguridad y autonomía.
En los años cincuenta, Dior fue una de las casas de moda que más trabajó el diseño de blazers femeninos. Christian Dior introdujo chaquetas entalladas que acentuaban la cintura, parte del famoso estilo ‘New Look’ de la época y del que fue impulsor.
La americana reinterpretada como una prenda femenina y elegante se convirtió en una pieza esencial para las mujeres que deseaban adoptar una apariencia que siguiera las tendencias del momento a la vez que proyectaba sofisticación.
Yves Saint Laurent fue otro diseñador pionero en incorporar la americana en la moda femenina. En los años sesenta, Saint Laurent lanzó su famosa colección de ‘Le Smoking’, un traje de chaqueta y pantalón para mujeres que simbolizó la emancipación femenina en el mundo de la moda.
A través de esta colección, Yves Saint Laurent dio a la americana un lugar especial en el armario femenino, haciendo de esta prenda un símbolo de libertad y poder. Desde entonces, el esmoquin femenino se ha mantenido como un clásico, y la influencia de Yves Saint Laurent perdura hasta nuestros días.
De Hailey Bieber a Dua Lipa o Zendaya
En la actualidad, muchas mujeres del entretenimiento y la moda han adoptado la americana como una pieza fundamental de su vestuario, convirtiéndola en un emblema de estilo y seguridad que utilizan en alfombras rojas y también en su día a día.
Entre ellas, destacan figuras como Zendaya, quien ha sido vista en múltiples ocasiones llevando americanas de gran tamaño y con colores vibrantes en tonos fucsias o verdes neón, que no pasan desapercibidos y que redefinen el estilismo femenino con un toque de originalidad.
La actriz Blake Lively ha integrado la americana en muchos de sus atuendos tanto en eventos de alfombra roja como en su vida cotidiana. A menudo, Lively opta por blazers cruzados de corte masculino, que complementa con pantalones de traje o incluso vestidos.
La cantante y empresaria Rihanna también ha popularizado la americana en sus presentaciones y campañas de moda. Rihanna ha reinventado la prenda con cortes asimétricos, aperturas o elementos decorativos, y ha demostrado que una americana puede ser usada tanto en looks formales como en ocasiones casuales.
Más recientemente, figuras como Hailey Bieber y Dua Lipa han convertido la prenda en un aliado de su estilo. Hailey Bieber, en particular, elige versiones XL con hombros estructurados y cortes relajados, un estilo que recuerda la moda de los años ochenta y que sigue la tendencia minimalista.
Esta preferencia por el estilo ‘boyfriend blazer’ añade una dosis de desinterés estudiado a sus estilismos, mientras que Dua Lipa suele optar por americanas con brillos, colores metálicos y diseños futuristas, integrando esta pieza en una estética pop y vanguardista.
En la actualidad
En el mundo de la moda contemporánea, la americana sigue siendo protagonista en las pasarelas y campañas de marcas de lujo y de moda urbana. Balenciaga, bajo la dirección creativa de Demna Gvasalia, ha dado un nuevo giro a la americana con estructuras exageradas, hombros amplios y estilos extra grandes.
Estas prendas no solo capturan la atención, sino que reinterpretan la silueta femenina de una forma que proyecta seguridad y modernidad. Gvasalia ha defendido la importancia de dar a la americana un estilo arquitectónico y voluminoso, elevándola a una prenda de alta costura.
Otra casa que apuesta fuerte por la americana es Alexander McQueen. Con Sarah Burton a la cabeza, McQueen ha redefinido el blazer como una pieza con detalles meticulosos, hombros marcados y una silueta ceñida. La firma británica integra elementos de sastrería clásica con un toque dramático.
Americanas con detalles de encaje, cortes asimétricos y colores intensos en una combinación que resalta el empoderamiento femenino, la apuesta de Burton es completamente opuesta a la de Balenciaga, demostrando la versatilidad de la propia prenda.
En la misma línea, Gucci, bajo la dirección de Alessandro Michele, ha sido fundamental para la popularización de la americana en el mercado de lujo. Michele ha jugado con colores, estampados y texturas, integrando el blazer en una estética maximalista que desafía la tradición.
Firmas emergentes y de moda urbana como Off-White y Jacquemus también han incorporado la americana en sus colecciones, adaptándola a un público más joven y experimental. Off-White, en particular, ha llevado el blazer a un territorio urbano, añadiéndole elementos como cierres, parches y bordados.
Con incrustaciones de botones y pedrería colorida, firmas como Fatty Glassy, habitual en la semana de la moda de Nueva York, utilizan tejidos y materiales reciclados para reformular modelos clásicos de americanas, a las que incorporan apliques de todo tipo como vidrios e incluso metales.