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Psicóloga educativa: Más que inclusión hay que abogar por la integración en las aulas

LeivyR. Guzmán trabaja para que niños y niñas con condiciones especiales aprendan a integrarse de la mejor manera.

Cuando el 2020 la psicóloga educativa Leivy Rosa Guzmán Batista decidió abrir su colegio en Baní, no tenía contemplado inscribir a niños con condiciones especiales, pero por su vocación de servicio junto a las múltiples necesidades que presentaban los pequeños, pronto renovó su propósito. 

Leivy Rosa Guzmán Batista

“Hay centros que incluyen a los niños, pero no los integran, es decir, que no les ofrecen las medidas de atención a la diversidad para las necesidades que presentan. Solamente es como que tengo el niño en el colegio, pero no le he puesto ninguna medida o estrategia que se adapte a sus necesidades educativas”, reflexiona Guzmán.

Sin embargo, la psicóloga educativa es consciente de que cumplir con estos propósitos conlleva una inversión que no todos los centros del país están dispuestos a asumir para lograr una integración real de los niños con ciertas condiciones.

“La principal barrera que tenemos es la formación docente, porque los docentes del área educativa no reciben la formación adecuada para el tema de la atención a la diversidad en las aulas”, explica Guzmán entorno a las dificultades que impiden que se logre una integración en los centros educativos públicos del país.

El centro ‘Cuentos mágicos’ hoy cuenta con una matrícula de 88 niños con edades entre 45 días a cinco años. De esta cantidad 14 presentan condiciones especiales como autismo, discapacidad motora y trastorno genético.

Guzmán explica que para poder brindarles el apoyo a estos pequeños, cuenta con un equipo de atención a la diversidad, compuesto por siete docentes titulares, siete maestras acompañantes que dan apoyo a los niños que presentan necesidades específicas en torno a lo educativo, dos terapeutas de lenguaje, una terapeuta conductual, una ocupacional y cinco personas del área de gestión.

El objetivo principal que persigue el centro en los casos con atenciones especiales es lograr la autonomía e independencia del niño y que este pueda estar en cualquier entorno escolar sin la necesidad de tener una maestra de apoyo.

¿Cómo es la integración?

Al ser un centro regular y no especializado, la profesional apunta que todos los niños están integrados en un aula con los demás compañeros (es decir, sin segregarlos por su condición), estos a su vez tienen una maestra acompañante, quien recibe una formación por parte del centro sobre las necesidades de apoyo educativo y en torno al método de enseñanza que utiliza el colegio.

“Esa maestra acompañante es una profesional ya sea del área de orientación o psicología que recibe una formación por parte de nosotros como centro sobre lo que son las necesidades de apoyo educativo y el método de enseñanza que implementamos, el método teacch, que es un método especializado para la escolarización de los estudiantes con autismo, pero que también se pueden utilizar con niños que no están dentro del espectro”, dice Guzmán.

El horario es de 7:30 de la mañana a 12:00 del mediodía. La gran mayoría de los niños luego de que recibe docencia, permanecen en el centro para realizar actividades extracurriculares dentro del programa de cuidados que empieza en el horario vespertino. Este programa está centrado en actividades lúdicas para fomentar juegos que tengan un impacto significativo en los pequeños.

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