RELATO
Amelia y Sergio: una vida entregada al teatro
- Testimonio. Aunque llevan mucho tiempo actuando y entregándose en cada puesta en escena, por primera vez, estos dos jóvenes, protagonizan una obra de amor que los transporta, sin exclusión, a ese mundo mágico del romanticismo como los adultos que son.
La hoja de vida de Amelia Brea y Sergio Acosta en el teatro es tan extensa como las vivencias que, en el área han recopilado gracias al arte inclusivo. El síndrome de Down y el autismo no han sido impedimento para que ellos se hayan ganado un lugar destado con sus actuaciones.
En esta oportunidad estarán viviendo un romance en la obra ‘El amor al otro lado de la pared’. Con su protagonismo dejan al descubierto que no importa la condición con la que viva una persona, ese sentimiento es universal y ellos lo viven intensamente. Con sus matices de ternura, sin la malicia de algunos y con la entrega total que exigen dos corazones enamorados ellos dan vida a una pareja que desafía las expectativas y demuestra que el amor no ve diferencias.
En su visita a LISTÍN DIARIO dejaron por sentado que la actuación es su pasión, pero claro, hay otras cosas que los apasionan en el día a día. “A mí me encanta la cocina, sé hacer galletas, me hago mi desayuno, comida ligera”. ¿Y no te gusta tu arroz, habichuela y carne? Se le preguntó a quien también se definió como modelo. “A mí me gusta, pero no siempre porque no puedo perder la figura”. Hace ademanes de que se ve bien y debe conservar su imagen.
Es una joven activa, positiva y dispuesta a hacer siempre las cosas que estén a su alcance. “En la casa también friego, lavo y cuido a mi perro Baby Augusto. Él es quien me da fuerzas y me ayuda a seguir adelante con su amor. Yo lo amo”. Con su comentario Amelia deja claro que su corazón tiene amor para dar más allá del enamoramiento.
Comenzó a estudiar Comunicación Social, pero se enfermó de Covid y no pudo seguir. “Yo lo odio al Covid, me dio muy malo y no me dejó estudiar”. Hace muecas y ella misma se ríe de sus ocurrencias. Ya más seria dice: “Yo siempre estoy estudiando y haciendo algo, acabo de escribir una obra que se llama ‘Ya no más bullying’. Sólo falta que Wendy la revise para presentarla luego”. Nelson Almánzar testifica que ciertamente ya la tiene, pero que ahora ella está entregada a los ensayos de ‘El amor al otro lado de la pared’, que subirá a escena en febrero 2025. Amelia ha participado en más de 10 obras.
“Me gusta la locución”
A Sergio le encanta ser maestro de ceremonias, hablar en público y la locución en sentido general. Con razón habla tan perfecto, con una excelente dicción y un léxico que impresiona. Estudió Comunicación Audiovisual y Artes Cinematográficas, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm). También es miembro de la Fundación Yo También Puedo, desde el año 2010.
Al formar parte de esta entidad, es que comienza a dar sus primeros pasos en el teatro participando en obras de contenido inclusivo que le han ayudado a desenvolverse cada vez mejor en un área que le apasiona.
Basta con escucharlo dar detalles de todas las obras en las que ha participado para notar qué tan buena memoria tiene y qué feliz le hace cargar con un amplio portafolio de experiencia. “En mi carrera he hecho pasantías que también me han dejado buena enseñanza y, en algún momento me gustaría dedicarme a mi carrera a la par con el teatro, a la maestría de ceremonia y a la locución”. Su inteligencia le permite diversificar sus ocupaciones, y quien quita que, en lo adelante, también le abre un “huequito” al amor.
Sobre la obra
‘El amor al otro lado de la pared’ es una comedia dramática que sigue la vida de dos jóvenes adultos: Sergio, un apasionado de la radio,que vive con la condiciñon de autismo, y Amelia, una valiente soñadora, con síndrome de Down. A través de la música y las ondas de un podcast, él habla del amor, mientras ella, con su corazón lleno de coraje, traspasa las barreras que la vida y la sociedad han impuesto. Con una mezcla de humor y cotidianidad, la obra invita a acompañar a estos personajes en su viaje lleno de aventuras, encuentros inesperados y momentos de reflexión.
La obra es de Wendy Quéliz y producida por Nelson Almánzar, quienes en esta propuesta, muestran una vez más que sí es posible hacer teatro inclusivo de calidad en República Dominicana, capaz de “derribar” esa pared que evita que el amor se viva intensamente.