Los rituales del equinoccio: Celebrando el balance y la armonía

El equinoccio, como su nombre sugiere, es un fenómeno en el que el día y la noche tienen aproximadamente la misma duración.

Mientras en el hemisferio norte se celebra el de otoño, el sur le da bienvenida a la primavera. Este evento astronómico ocurre dos veces al año, alrededor del 20 de marzo y el 22 de septiembre, respectivamente.

En 2024, el otoño ocurrirá el 22 de septiembre a las 8:43:33 de la mañana, hora de República Dominicana, según el calendario cosmobiológico elaborado por el ingeniero Federico Velásquez.

¿Cómo nos podría ayudar esta estación? Esta estación nos invita a agradecer, reinventarnos y desprendernos de hábitos negativos, renovándonos, al igual que los árboles en otoño.

Esta simetría simboliza el balance, la armonía y el equilibrio en muchas culturas alrededor del mundo. Se piensa que la energía del planeta se equilibra, ofreciendo una oportunidad para la reflexión y el agradecimiento, asociándose también con el signo de Libra, que comienza el mismo día.

En Japón, por ejemplo, los equinoccios marcan el inicio de Ohigan, una celebración budista que se centra en la reflexión y el homenaje a los antepasados, como también se celebra en México. Asimismo, en la cultura celta, la llegada del otoño se celebra con el festival conocido como Haleg-Montah, o "Mes Sagrado de Otoño", que destaca la gratitud por las cosechas y la preparación para el invierno.

Otros rituales se realizan en esta época:

Ritual de gratitud: se centra en la reflexión sobre lo que se ha logrado y en expresar agradecimiento por las bendiciones recibidas. Las velas representan la luz interior, mientras que el incienso purifica el ambiente. Se puede escribir una lista de gratitud y quemarla como símbolo de liberación y agradecimiento.

Ritual de balance: se utilizan piedras como el cuarzo, la amatista y agua. Este ritual busca reflejar el equilibrio de la naturaleza en nuestras vidas. Las piedras se colocan en forma armónica, simbolizando el balance de energías.

El agua se usa para limpiar y purificar los elementos desequilibrados en la vida de uno. Se medita sobre el equilibrio personal y establece intenciones para mantenerlo.

Ritual de cosecha: se utilizan frutas y vegetales de temporada, un cuerno o vasija con hojas secas, velas verdes y naranjas. Se celebra la abundancia de la cosecha y la preparación para el invierno. Las velas verdes y naranjas representan la prosperidad y la gratitud. Se puede realizar una ofrenda a la tierra como muestra de agradecimiento por su generosidad.

Ritual de conexión con los antepasados: honra a los antepasados y busca fortalecer la conexión con ellos. Utilizan fotos y las flores se colocan en un altar. Se encienden velas blancas para guiar a los espíritus. El incienso se usa para limpiar el espacio y atraer energías positivas. Se recuerda y agradece a nuestros difuntos.

Estos rituales celebran los cambios estacionales y nos invitan a conectarnos profundamente con nosotros mismos y con el mundo natural que nos rodea. Al honrar estos momentos de equilibrio, podemos encontrar un sentido de armonía y paz en nuestras vidas diarias.

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