Selva amazónica
Pronostican efectos devastadores para la selva amazónica si fracasa la lucha contra crisis climática
En entrevista con EL TIEMPO, el nuevo embajador itinerante del Amazonas explica en detalle las nuevas funciones que tendrá en este cargo y el significado de este nombramiento a menos de dos meses para la realización de la decimosexta Conferencia de Biodiversidad, COP16, en Cali.
El pasado 22 de agosto, la Cancillería anunció que el exministro y embajador de Colombia ante Brasil, Guillermo Rivera Flórez, será el nuevo embajador itinerante del Amazonas. Dicho rol, que no interferirá en sus funciones como jefe de la misión diplomática en Brasilia, contempla el liderazgo de esfuerzos diplomáticos para la protección del ecosistema amazónico.
En entrevista con EL TIEMPO, el embajador explica en detalle las nuevas funciones que tendrá en este cargo y el significado de este nombramiento a menos de dos meses para la realización de la decimosexta Conferencia de Biodiversidad, COP16, en Cali.
Háblenos un poco sobre cómo y por qué le llegó la oportunidad de ser embajador itinerante para Asuntos Amazónicos...
Fue una decisión del canciller Murillo con la autorización del presidente Petro, a quienes agradezco.
Quizás mi condición de ciudadano de la amazonia contribuyó a que tomaran esa decisión. Yo nací en Mocoa (Putumayo) y durante mi infancia, mi adolescencia y mi larga vida pública he recorrido la región.
Por esa razón, conozco los enormes impactos negativos sobre el bosque amazónico ocasionados por la ganadería extensiva, la minería ilegal, el tráfico de flora y fauna y la deforestación, entre otros. Esto me da elementos de juicio vivenciales para defender la amazonia.
Además, como Embajador de Colombia ante Brasil tengo la representación ante la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica-OTCA, único mecanismo de cooperación regional para la protección de la cuenca, que integra a los 8 países que la conforman.
¿En qué consiste este nuevo rol?
Tendré la responsabilidad de ayudar a coordinar los esfuerzos diplomáticos orientados a la protección del ecosistema amazónico, facilitando el diálogo entre los países de la región. De igual forma, podré representar a Colombia en los foros multilaterales dedicados a su protección.
Me corresponderá, en coordinación con las entidades nacionales respectivas, trabajar estrechamente con los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales en nuestros territorios, para asegurar que sus derechos y conocimientos ancestrales sean respetados y valorados. En ese sentido ya he tenido diálogos muy constructivos con el Presidente de la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana -OPIAC- y su equipo de trabajo.
¿Cómo complementará esta nueva función con sus labores como embajador ante Brasil?
Mis nuevas funciones se dan sin detrimento de mi función como Embajador ante el Gobierno de Brasil, país con el que tenemos una robusta agenda bilateral, pero además con el que coincidimos en la defensa de la amazonia, por lo que al final las dos funciones terminan siendo complementarias.
Este nuevo encargo, si bien significa responsabilidades adicionales, en nada tienen porque afectar las labores que ya vengo desempeñando frente al Gobierno de Brasil.
Adicionalmente, la sede de la Organización del Tratado de Cooperación amazónica-OTCA es Brasilia con lo que mis gestiones en la región se facilitan.
¿Cuáles serán entonces sus objetivos principales en la COP16? ¿Para qué servirá esta cumbre en el contexto de su nuevo rol?
Sobre COP16 es importante tener claro que se trata de una agenda liderada, con toda la probidad y eficiencia, por la Ministra de Ambiente, Susana Muhammad, junto con las instancias correspondientes de la Cancillería.
Como usted sabe, mi nombramiento de Embajador Itinerante es reciente y no se trata de llegar a estas alturas, a menos de dos meses del evento en Cali, a inventarnos la rueda. Por el contrario, ya estamos en coordinaciones con la Ministra Muhammad y su equipo y ella tiene un planteamiento central que es lograr objetivos ambiciosos en protección de la biodiversidad, lo cual exige, entre otras acciones, la protección eficaz de los bosques tropicales, que a su vez son determinantes en la lucha contra la crisis climática.
Y visto desde el otro lado, si fracasamos en la lucha contra la crisis climática, sus efectos serán devastadores en ecosistemas como el de la selva amazónica, entre otros. En ese orden de ideas, la COP 16 sobre Biodiversidad en Cali y la COP 30 sobre clima en Belem Do Pará(en la Amazonia) son complementarias.
¿Su designación está pensada especialmente para las negociaciones que Colombia quiere liderar en este escenario?
Mi designación, además de la Amazonia incluye otros ecosistemas sensibles priorizados, por lo que, en el marco de esa coordinación, que ya iniciamos, con el Ministerio de Ambiente se irá definiendo en que otras áreas se requieren mis esfuerzos.
Vale la pena recordar que Colombia es uno de los países que con mayor responsabilidad ha asumido su compromiso de contar con áreas protegidas continentales y también marítimas.
¿Cuáles son los principales retos y oportunidades para la conservación de la Amazonía?
El presidente Petro planteó en la cumbre de presidentes suramericanos reunidos en Brasilia y en la cumbre de presidentes de los países amazónicos en Belem Do Pará su idea de hacer un canje de deuda externa por acción climática con el objetivo de liberar dinero para poder usarlo en asuntos como la protección de ecosistemas estratégicos en la lucha contra la crisis climática y el bosque amazónico es uno de ellos.
Esa idea ya fue recogida en el consenso de Brasilia y en la declaración de Belem, ahora lo que corresponde es su implementación.
Varios países ajenos a la región y varios organismos multilaterales se han acercado a la OTCA para expresar su deseo de cooperación y un reto podría ser lograr un canje de deuda externa en favor de los 8 países de la amazonia para desatar una inversión importante en la protección de su selva.
Otro reto importante es la vinculación de los pueblos indígenas de la región a un escenario de dialogo permanente que conduzca, entre otras cosas, a aprender de ellos su ejemplar manera de vivir en la selva sin destruirla.
Los otros retos son los que están consagrados en la declaración de los presidentes de los 8 países amazónicos firmada en Belem Do Pará el año pasado.
En ella están planteados los objetivos en materia de lucha contra la deforestación, protección de los pueblos indígenas y sus conocimientos ancestrales, seguridad regional, desarrollo sostenible de los centros urbanos, protección de los recursos hídricos, salud y educación, entre otros.
Usted también representa a Colombia ante la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). ¿Cómo se coordinará con otros países amazónicos para abordar los desafíos regionales y globales?
La OTCA es un mecanismo de cooperación, que orienta sus esfuerzos a la sumatoria de voluntades para el logro de objetivos de conservación y desarrollo sostenible de la amazonia. En la OTCA formo parte de la Comisión de Coordinación para el Consejo de Cooperación Amazónica-CCOOR, mismo que presidí en el pasado período.
Normalmente acompaño al delegado de nuestra Cancilleria en el Consejo de Cooperación Amazónico, que junto con las reuniones de Ministros de Relaciones Exteriores son las instancias decisorias del mecanismo.
En estas instancias tenemos diálogo permanente para dar cumplimiento a lo instruido por los Presidentes en la Declaración de Belem do Pará y en las Resoluciones de los Cancilleres, de noviembre de 2023. Adicionalmente, le corresponde a Colombia el derecho de asumir la Secretaría General de ese organismo. El candidato de Colombia es Martin Von Hildebrand, un profundo conocedor de la Amazonia, y aspiramos que en breve tiempo pueda asumir sus funciones.
El presidente Petro propuso crear un tratado militar y judicial, una suerte de OTAN Amazónica para hacer interdicción de lo que vaya contra la selva amazónica. ¿Cómo funcionaría? ¿Trabará en esa idea?
La declaración de Belem consagra varios instrumentos de coordinación regional en distintas áreas pero el presidente Petro quiere ir más allá y en la pasada reunión del mes de abril entre él y el Presidente Lula en Bogotá se acordó que Colombia y Brasil estudiarían posibilidades de hacer que el Tratado de Cooperación Amazónica se convierta gradualmente en un Tratado de Integración Regional de tal manera que en el mediano o largo plazo se pueda contar con unas normas comunes para la protección de la selva amazónica y unas instituciones regionales encargadas de aplicarlas.
La propuesta que ya estamos empezando a trabajar con un equipo de la Cancillería de Brasil tendría que ser puesta en conocimiento de los otros seis países. Este proceso va a tomar su tiempo pero creemos que es un paso en la dirección correcta.
El Presidente también puso sobre la mesa la idea de un tribunal de justicia ambiental amazónica para los delitos ambientales contra la selva. ¿Será otra propuesta que recogerá para su agenda?
Esta iniciativa va en la misma línea de lo que ya mencioné en el punto anterior. Un Tribunal de Justicia Ambiental Amazónico podría ser uno de los desarrollos de un eventual Tratado de Integración Amazónica.
¿Qué eventos importantes se vienen en pro de la conservación de la Amazonía?
Los dos principales, en los que hay que concentrar esfuerzos son la COP16 de Biodiversidad en Cali y la COP30 de cambio climático de Brasil en 2025.
El presidente Lula Da Silva confirmó su asistencia a la COP16. ¿Será la delegación de Brasil una de las más grandes que veremos en la capital del Valle del Cauca? ¿Qué otras personalidades de ese país estarán presentes?
Es necesario reconocer en Brasil y en particular en el Presidente Lula, su liderazgo a nivel internacional en los temas ambientales y por eso contar con su presencia enaltece la COP16 y nos ayuda a coordinar lo que será el proceso de articulación rumbo a la COP30 de cambio climático, de la que ellos serán anfitriones el próximo año.
Hemos sostenido diálogo con la Ministra de Ambiente de Brasil, Marina Silva, quien nos acompañará en Cali y estará acompañada de un nutrido grupo de representantes, no solo gubernamentales, sino también de la sociedad civil que trabajan temas ambientales.
Los cancilleres de Colombia y Brasil se reunieron hace poco en Brasilia y Bogotá. ¿Qué cosas importantes dejaron estos dos encuentros?
La agenda bilateral es bastante robusta y se fortaleció aún más con la decisión de los Presidentes Lula y Petro, en su pasado encuentro bilateral de abril, cuando aprobaron elevar las relaciones de los dos países al nivel de socios estratégicos.
Eso da cuenta clara de la enorme oportunidad que tenemos para fortalecer los lazos de integración política, económica y cultural con una de las principales economías del mundo. En diciembre tendremos en Bogotá una reunión binacional de gabinetes.
¿Hay intención en Brasil en seguir mediando en la crisis política de Venezuela? ¿Cómo se percibe allá el trabajo hasta ahora con Colombia?
Como representante diplomático de Colombia en Brasil no me corresponde llevar la vocería del gobierno de la República Federativa de Brasil, ni expresarme sobre cuáles puedan ser sus intenciones. Lo que sí puedo decir es que el dialogo entre los gobiernos de Colombia y Brasil sobre las relaciones bilaterales y sobre la coyuntura regional es permanente, fluido y respetuoso.