EJEMPLO

Para superarse: El semáforo le dio ‘luz verde’ a Adrielys Morillo Timaure

Cuando llegó a República Dominicana, en el año 2016, esta venezolana se dedicaba a vender libros para colorear en la calle. Hoy, con esfuerzos, ha progresado y ya tiene su propia empresa.

Adrielys Nohemí Morillo Timaure

Adrielys Nohemí Morillo Timaure

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Gabriela Hungria
Especial para LD  
Santo Domingo, RD

El pasado primero de agosto, Adrielys Nohemí Morillo Timaure cumplió ocho años de haber emigrado desde su país. Al llegar aquí en el año 2016, su meta era trabajar y poder ayudar a su familia. Comenzó como vendedora de libros para colorear en los semáforos, oficio en el cual trabajó por aproximadamente un año. Con esfuerzo y entrega ha demostrado que sí es posible superarse no importa las adversidades.  

En Venezuela estaba cursando el quinto semestre de la carrera de Economía, pero no la pudo terminar debido a la situación de su país. Al llegar aquí, conoció a una familia que la acogió y, que luego también iba albergando a otros paisanos suyos. Llegó un momento en que ya eran aproximadamente 10 venezolanos, “éramos completos desconocidos en una misma casa, dormíamos en el piso y pasamos muchas otras vicisitudes”, cuenta la joven de 29 años.

Tiempo después, Adrielys se enamoró de un dominicano, Frankelis Florián, pero no fue hasta mediados del año 2017 cuando iniciaron una relación, hasta que se casaron a finales del 2018. El apoyo de quien hoy es su esposo, en el emprendimiento que ha llevado a esta venezolana a tener éxito en su iniciativa ¡Que Postre RD!, ha sido clave para que se capacite en el área de la repostería y logre cada día estar mejor posicionada en esa industria.

Querer es poder

“Él me ayudó a tomar su primera clase de repostería aquí en República Dominicana, a comprar utensilios y sobre todo, a creer en que sí es posible emprender. Sin duda, ha sido parte fundamental del proyecto, no sólo es mi esposo, sino también un socio y mentor para poder lograr el desarrollo que hoy tenemos”, esta ayuda se la ha dispensado a pesar de que él está dedicado al sector construcción. 

Todo comenzó con una clase de 3,000 pesos. Los conocimientos de Adrielys preparando tortas (bizcochos), con la receta de su abuela, y que vendía en Venezuela, también la ayudó a posicionarse en su proyecto. Tras el auge de ventas online, el negocio ha crecido, actualmente cuenta con dos colaboradoras.

“Hemos basado nuestro trabajo en calidad y en una elaboración completamente natural, las mermeladas son de fruta pura. También trabajamos con el suspiro dominicano”, detalla Adrielys, quien además imparte clases ‘online’ y presencial.

Familia

En sus ocho años viviendo en el país, esta venezolana también ha formado una amplia familia. Es madre de dos varones y de una niña, el mayor tienen cuatro años, el segundo dos y la más pequeña, tiene un año. “Cuando mi primer hijo tenía tres meses fue cuando tomé mi primer taller y desde allí mismo comencé a trabajar desde casa”, sostiene dejando claro que puede desempeñar muy bien ambos roles.

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