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Caminando como un pato…

Mientras dure este problema el cuerpo obliga a hacer un alto temporal a ciertas actividades.

Carmenchu Brusíloff

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carmenchu brusíloffSanto Domingo

Hace unos años empecé a caminar como un pato. Adelantaba un paso, pero siempre echando el pie hacia un lado. No le di mente. Tiempo después al levantarme tras largo rato sentada, el cuerpo volvía a sentarse, porque las piernas no aguantaban. De buenas a primeras empezaron a pesarme las piernas al andar.

Perder el equilibrio andando

No pasó mucho tiempo sin que comenzase, además, a perder el equilibrio andando. Me compré un bastón y pensé, ¡santo remedio! Podía salir y caminar en la calle con escasos problemas. (Tengo ahora tres bastones para usar según el sitio por el que he de transitar).

Lo que nunca imaginé es que el problema llegaría a tal punto que al levantarme de la cama mis piernas se quedarían dobladas. No puedo erguirme. Tengo que apoyar mis manos sobre el colchón de una cama al lado, para ir poco a poco levantando el cuerpo. ¿A quién acudir? En mi caso al fisiatra, doctor José Paul Rodríguez M., en Unirehab.

Debilidad en los miembros inferiores

Acudí a su consulta. En ese instante no me preocupé por averiguar la causa. Simplemente me enteré de que debía iniciar una serie de ejercicios bajo la supervisión de fisioterapeutas. Pero en mi mano llevaba sus indicaciones. Y fue al llegar a casa cuando a mi hijo Alexis, que es amigo suyo, le pedí que averiguara con él lo que escrito estaba en iniciales y yo no entendía. “Paresia: debilidad. Ms Is: miembros inferiores”. “No es una enfermedad. Es una condición que puede afectar la bipedestación (estar de pie) y la marcha (caminar). También es incorporarse desde la posición de sentado o acostado. Tu mamá necesita fortalecer sus extremidades inferiores para mejorar su desempeño de pararse, mantenerse de pie y caminar”. Asimismo, dijo que puede ser también por ‘desacondicionamiento’ por falta de ejercicios.

Tres días por semana

De inmediato hice la cita en Unirehab. Tres días por semana durante una hora me ejercito con un fisioterapeuta que va indicándome qué hacer. Son ejercicios de índole muy diversa, y no siempre los mismos. El cuerpo termina fatigado por la falta de costumbre, pues incluso hace meses, debido al calor, dejé de caminar la media hora diaria indicada por el cardiólogo.

Mis artículos de los miércoles serán quincenales

Mientras dure este problema el cuerpo obliga a hacer un alto temporal a ciertas actividades. Una de ellas, porque entraña muchas salidas, es reducir el número de publicaciones de mi artículo (de turismo, monumentos, gastronomía…) de cada miércoles en esta sección L2. Ahora serán quincenales, Dios mediante de manera temporal.   

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