de viaje
En Bávaro: una rica comida y un buen servicio
En el restaurante Noah las Empanaditas de queso de cabra con miel son deliciosas.
¿Descanso y paz? Es el significado del nombre en hebreo, Noah, que tiene el restaurante al que me llevan mi hijo Ángel y Rossy, mientras paso unos días en su casa en Punta Cana Village. “La comida es buena y son buenos los precios”, dice Rossy quien, como buena “connoisseur” de la gastronomía, no haría recomendación alguna de no estar segura.
La distancia a recorrer es corta. Toma unos 15 minutos. Está ubicado en el entorno del San Juan Shopping Cener. La entrada al Noah Restaurant and Lounge proyecta una sensación refrescante, ya que a ambos lados del inicio del pasillo que conduce al interior, hay muchas plantas. Algunas de grandes hojas que cubren una ligera parte de la fachada.
Por la hora son pocas las mesas ocupadas. Los meseros saben bien cómo describir los platos cuando se les pregunta y están siempre listos para responder. A nosotros nos toca Andy. Y así lo demuestra mientras nos atiende.
En lo que examinamos la carta de muchos apetecibles platos, trae unos pancitos de bienvenida. Con una salsa original: es de aguacate. Yo, que prefiero evitar el pan para no llenarme, caigo ante la tentación. Está muy rico. De entrada, nos decantamos por varias. Para todos: Empanaditas de queso de cabra con miel. ¡Exquisitas! Por mi parte, además, unas sabrosas Croquetas de ropa vieja, en cambio, Rossy y Ángel ordenan Arroz japonés con carpaccio, aceite de trufa, parmesano y puerro.
En cuanto a plato fuerte, tenemos apetencias diferentes. Ángel y yo queremos Raviolis a la leña. Están rellenos de short ribs, con salsa de calabaza y trufa gratinados en horno de leña.
Como la carne es ripiada me recuerda la ropa vieja. Buen sabor, pero de haberme dado cuenta pido otro plato. Rossy ordena Cerdo Noah. Es una pierna horneada, pero luego ripiada y salteada. Viene servida con puré de batata y crema de habichuelas negras. A Rossy le gusta.
Aunque por razones de salud he dejado de beber vino a diario, cuando de almuerzos fuera de casa se trata pido siempre una copa de vino tinto. En esta ocasión, tempranillo. De postre Rossy y yo compartimos el “Velvet Noah”. Un extraordinario bizcocho de naranja con frosting de queso, acompañado de semillas de girasol caramelizada y compota de auyama, naranja y chinola. ¡Fuera de serie! (Las fotos para este artículo en el Listín fueron tomadas por Rossy Salazar, Ángel Ramos Brusíloff y yo).
Otro local
Hace unos pocos días el Noah Restaurante & Lounge abrió otro local en una zona cercana. Está en Cap Cana. La información me llega a través de Rossy, quien señala que la calidad de la comida es igual al de Bávaro.