FÁBULAS EN ALTA VOZ

En extinción la lectura comprensiva

Marta Quéliz, editora L2

Marta Quéliz, editora L2

La inmediatez, la lucha por los “me gusta”, el afán por opinar en todo, aun no sepamos de qué se habla, y muchos otros aspectos han hecho que la gente pierda el amor por la lectura en la amplia extensión de la palabra. Tanto es así que, hasta los mensajitos cortitos suelen pasar desapercibidos por quienes sólo se detienen a prestarle atención a lo que les interesa. Si por casualidad miran, por ejemplo, en un grupo de WhatsApp, en X o en Instagram algún escrito, sin meditar, sin comprender comienzan a opinar y a quedar mal ante unos pocos que se tomaron su tiempo para entender lo que dice el mensaje.

Pasa con las noticias

Quienes escribimos en los diferentes medios de comunicación estamos muy expuestos a las críticas cuando nuestras informaciones son subidas a las redes y, de manera ligera, hay quienes sin leer el texto completo comienza a decir ‘esto o aquello’, sin comprender de qué es que en realidad trata el contenido. Viven queriendo poner en manos tuyas y bajo tu responsabilidad, cosas que no vienen al caso sólo por decir que opinaron sobre un tema equis. Esto ocurre también con el desahogo de algunos que ven en las redes el medio ideal para expresarse, pero se exponen a que los devoren hasta por un término que debió o no, poner.

Una vueltita fabulosa

Para que la gente tenga en su mente en lo importante que es la lectura comprensiva, llevé a una ciudad fabulosa a un grupito de personas de esas que están al acecho para despotricar a cualquiera desde que sube un mensaje o una noticia. Una vez llegamos al lugar, les invité a prestar atención antes de hablar como lo hacen allí. Lo hicieron. Para su sorpresa, fueron orientados sobre la importancia de leer con detenimiento cualquier mensaje por pequeño o grande que sea. De no hacerlo, la recomendación que les dieron fue no opinar si no leyeron completo el contenido o si no lo comprendieron. En aquella comunidad es importante tener coherencia a la hora de hacer una crítica, pues todos apuestan a que ésta sea constructiva. Se vale decir: “No entendí”. Así le das la oportunidad al emisor de que explique lo expuesto.

Dañando reputación

Varios ejemplos vividos en aquel lugar fabuloso hicieron reflexionar a quienes aceptaron hacer el viaje. Se dieron cuenta de qué tan importante es la lectura comprensiva para poder tener una opinión de respeto y sin miedo a dañar la reputación de la gente. Siempre será mejor abstenerse de hacer una crítica si usted no tiene fundamento para ello que ‘fajarse’ a acabar con alguien de forma ligera y graciosa sólo para ponerte donde el capitán te vea. Si lees dos veces antes de opinar, verás que no contribuirás a echar por la borda lo que alguien expresa o informa. Recuerda que a veces hace más daño la crítica que emites que el mensaje enviado. Ojalá muchos otros se anoten para hacer este viajecito y que puedan con lo aprendido, aportar para que la lectura comprensiva no se extinga.

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