¿Quién educa al pueblo?
“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia”
Estas palabras pronunciadas por el mismo Jesús son el ejemplo más claro de que nuestra iglesia es la misma que fundó "El Hijo del hombre".
Hoy celebramos a san Pedro y san Pablo, las dos columnas de nuestra iglesia. "Con ellos comenzó la propagación y la enseñanza de la fe, y a pesar de ser tan diferentes sus vidas entre sí, los ponen juntos".
Las otras palabras de Jesús nos hacen ver claramente el Sacramento de la Reconciliación, que no es invento de nuestra Iglesia, sino que es el mismo Jesús, quien lo ha recomendado: "Te daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedara' atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedara' desatado en el cielo".
Es increíble la vida de estos dos Apóstoles tan diferentes entre sí. San Pedro estuvo encarcelado con cadenas y bien custodiado y salvado por el ángel del Señor, quien toco a Pedro en el hombro, lo despertó y le dijo: "Date prisa levántate, "Las cadenas de les cayeron de las manos, y el ángel añadió: "¡Ponte el cinturón y las sandalias, échate el manto y sígueme!"
Al final de las guardias y de la calle se marchó el ángel y Pedro se dio cuenta que no había sido una visión, que era real que había sido liberado por el Señor".
Y qué decir de San Pablo: San Pablo en su segunda Carta a Timoteo le relata lo que ha sido su vida, viendo su muerte inminente y a pesar de esto ha mantenido la fe, esperando lo que El Señor le tiene preparado para el fin de su vida: El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que le oyeron todos los gentiles: El Señor me seguirá librando de todo mal, me salvara' y me llevara' a su reino del cielo".
Y, siendo humilde hasta su muerte, pidió que lo crucificaran como su Señor, pero con su cabeza boca abajo, porque no era digno de morir como su Señor y salvador.
La fiesta de estos dos apóstoles nos permiten apreciar la extraordinaria riqueza con lo cual Dios bendice a cada persona. Cada uno de ellos tenía uva personalidad única.
Entre Pedro y Pablo había numerosas diferencias en cuanto a sus ingresos económicos, a su grado de preparación académica, a su estado civil. Mientras san Pablo conocía la cultura griega, san Pedro era un pescador con una visión más sencilla decía vida.
Sin embargo, estas diferencias no fueron un límite, sino una fortaleza que les permitió entregar de manera plena su vida al servicio de la misión cristiana. Ambos supieron perseverar en la esperanza cristiana y dieron el supremo testimonio de fidelidad a Jesucristo, entregando su vida por el evangelio.
Pedro fue el primero en confesar la fe y Pablo fue el maestro que la anunció con mucho entusiasmo y caridad... por caminos diferentes estos dos apóstoles unieron a la única Iglesia de Cristo.... Son nuestras raíces y no lo podemos olvidar. Los dos experimentaron la salvación, la liberación que viene de parte de Dios. Amén.