La Vida

REALIDAD Y FANTASÍA

Las imágenes religiosas en los aposentos

María Cristina de CaríasArchivo LD

Tengo una vieja costumbre y sé que es vieja, porque hoy en día se ve muy poco. Me refiero a colocar una figura religiosa encima del lugar en donde se sitúa la cama, en el aposento.

Antiguamente esto era lo más usual. En los tiempos que corren puede ser un cuadro, un dibujo o un espejo.

El tema es variado, desde paisajes hasta figuras humanas o de animales.

Los temas religiosos han sido relegados con los trastos viejos. Cada vez que tengo la oportunidad escudriño para comprobar que lamentablemente los temas religiosos brillan por su ausencia.

En mi caso, tengo una plaquita hecha por Glauco Castellanos, en cerámica, montada sobre madera, que representa a la virgen María con el Niño en brazos. Preside airosa los barrotes de la cabecera de mi cama de bronce, antigua y bella.

No había aposento que no tuviera un crucifijo o una imagen religiosa colocada, a guisa de protección, sobre los lechos.

A mí me parece una bonita costumbre y creo que armoniza perfectamente con el lugar dedicado al reposo. Proyecta una sensación de paz y calma, como invitando a un sueño reparador.

Ojalá se pusiera de moda otra vez, cambiando los paisajes modernos y demás colgandejos que utilizan en la actualidad.

Un aposento es un sitio para el recogimiento placentero y pacífico, nada más adecuado que una linda virgencita o un crucifijo para presidir los más placenteros sueños. 

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