Cuando el abismo interior toca la puerta: dale sentido a tu vida

Muchas personas afrontan de desierto del alma o sensación de vacío, suelen surgir por diversas razones y circunstancias, pero siempre resulta en un sentimiento profundo en que la vida carece de sentido. 

Este sentimiento puede llevar a cuestionar el significado de las acciones propias y ajenas, sienten apatía, aburrimiento, desesperanza o desesperación. En los casos más extremos, la persona se plantea que nada tiene sentido ni lo tendrá en un futuro.

En las corrientes existencialista y humanista de la psicología este concepto se ha estudiado ampliamente Este sentimiento puede surgir por diversas causas, como la pérdida de valores y tradiciones que antes daban sentido a la vida de las personas, el enfoque excesivo en el placer inmediato y el materialismo, la rutina, o una crisis de identidad en momentos de transición vital, como la adolescencia, o la mediana edad, entre los 28 y 30 años, ciclos observados bajo la mirada de la cosmobiología. Con frecuencia, en esos tiempos la existencia pesa.

Cuando las personas entran en un laberinto personal usualmente ponen su valor fuera de sus propias cualidades, están tan vulnerables que pueden tomar muchas decisiones equivocadas con el fin de llenarse, se sumergen en el alcohol, sexo, religiones, compras compulsivas, ludopatía y otros mecanismos de evasión, en ocasiones pretenden llenar sus vidas con teneres, falta de autenticidad, aparentando lo que no son, no encuentran respuestas satisfactorias nada logra hacerlos sentir plenos y realizados.

Considerando que no existe una receta universal, Cada persona debe encontrar su propia dirección, pero sugerimos algunos puntos para superar estas circunstancias:

- Exploración personal y meditación: Dedica tiempo a conocerte a ti mismo. Reflexiona sobre tus valores, pasiones y lo que te hace feliz. La introspección puede ayudarte a descubrir lo que realmente importa en tu vida.

- Establecer metas: Fijar objetivos claros y alcanzables puede darte un sentido de propósito. Tener metas te proporciona una dirección y un motivo para levantarte cada día.

- Conexiones sociales: Mantén y fomenta relaciones significativas. La conexión con otros puede ofrecer apoyo emocional y una sensación de pertenencia.

- Practicar la gratitud: Agradecer las pequeñas cosas de la vida cambia tu perspectiva, Llevar un diario de gratitud es muy útil.

- Aprender algo nuevo: expande tus horizontes aprendiendo nuevas habilidades o conocimientos, te abrirá a nuevas oportunidades y perspectivas.

- Ayudar a los demás: El voluntariado y la ayuda a otros pueden proporcionar un gran sentido de propósito.

- Cuidado personal: Ejercicio regular, mindfulness, una dieta equilibrada y suficiente descanso son fundamentales para tu bienestar general.

- Creatividad: Involúcrate en actividades creativas. Distintas formas de arte pueden ser una vía poderosa para explorar y expresar tus emociones.

- Buscar apoyo profesional: ayudarte a explorar tus sentimientos y encontrar estrategias efectivas para manejarlos.

- Cada desafío o crisis nos ayuda a alcanzar una mejor comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, si asumimos una actitud de discipulado, podemos construir una vida que refleje nuestros valores más profundos y auténticos. Con frecuencia estos procesos lleven a las personas a descubrir que solo tenemos que superar nuestras insanidades y dragones personales.