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PSICOLOGÍA

Trastorno obsesivo compulsivo: cuando pensamientos indeseados toman el control

Es importante tener en cuenta que aproximadamente la mitad de los individuos con TOC en algún momento de la vida tienen pensamientos suicidas, y una cuarta parte presenta intentos de suicidio.

Solo entre un 35% a un 40% de las personas con trastorno obsesivo compulsivo busca tratamiento.Stevica Mrdja

Jonathan BravoEspecial para Listín Diario 
​Santo Domingo

Anteriormente se consideraba un tipo de trastorno de ansiedad, pero ahora es una entidad nosológica aparte, tiene una prevalencia anual en Estados Unidos de 1.2 % y, en el ámbito global es similar 1.1-1.8%. 

Las mujeres se ven afectadas con una tasa ligeramente más alta que los varones y la edad media de inicio es a los 20 años. Nos referimos al Trastorno obsesivo Compulsivo (TOC),

En cuanto a la etiología de este trastorno, es multifactorial donde están involucrados la herencia, alteraciones en la bioquímica cerebral, factores psicosociales y también se ha postulado un componente inmunológico donde algunas infecciones estreptocócicas pueden provocar síntomas obsesivo-compulsivos.

A veces, todos chequeamos las cosas dos veces, por ejemplo, chequeamos las hornillas en la cocina antes de irnos de la casa para asegurarnos de que esté apagada. Pero las personas con TOC sienten la necesidad de chequear las cosas una y otra vez o tienen ciertos pensamientos o realizan rutinas y rituales una y otra vez.

Estos pensamientos repetidos y angustiantes son denominados obsesiones. Con el fin de intentar controlar estas obsesiones, las personas sienten una necesidad imperiosa de realizar rituales o comportamientos, llamados compulsiones.

Algunos ejemplos de obsesiones son el miedo a los gérmenes o el miedo a lastimarse, de estar enfermo de sida o cáncer, a la suciedad, higiene personal excesiva, conflicto con creencia religiosa entre otras. Entre las compulsiones se incluye lavarse las manos, contar, rezar, revisar una y otra vez las cosas o limpiar, organización, guardar artículos innecesarios, o repetir los mismos pasos. Esos ritos y pensamientos causan angustia e interfieren en su vida diaria.

Las personas con TOC tienen estos pensamientos y llevan a cabo estos rituales por lo menos una hora la mayoría de los días y, a menudo por más tiempo. La razón por la que el trastorno interfiere con su vida es que ellos no pueden detener estos pensamientos o rituales, de tal modo que, por ejemplo, en ocasiones faltan a la escuela, el trabajo, o reuniones con amigos.

Se ponen en riesgo

Es importante tener en cuenta que aproximadamente la mitad de los individuos con TOC en algún momento de la vida tienen pensamientos suicidas, y una cuarta parte presenta intentos de suicidio por lo que se convierten en una emergencia psiquiátrica por el riesgo de suicidio, y mencionar que si dicho paciente tiene otra comorbilidad como trastorno depresivo mayor el riesgo aumenta.

A pesar de la gravedad del problema y de la discapacidad que genera, solamente entre un 35% a un 40% de las personas con trastorno obsesivo compulsivo busca tratamiento y solamente menos de un 10% lo recibe. Hay dos tratamientos que se han mostrado eficaces: el farmacológico (antidepresivos, ya sean los clásicos triciclícos o los más modernos los inhibidores de la recaptación de la serotonina) y la terapia cognitivo conductual.

Dentro de las consecuencias funcionales que puede tener una persona con este diagnóstico van desde menor calidad de vida, un alto deterioro en la calidad de vida social y laboral, evitar las situaciones que pueden desencadenar las obsesiones o compulsiones, también puede restringir gravemente el buen funcionamiento.

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El autor es médico psiquiatra 

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