La Vida

fábulas en alta voz

La ciudad fabulosa de Moni

Marta Quéliz, editora L2

Hay personas que eternamente viven en una ciudad fabulosa y que hacen todo lo que esté a su alcance para lograr que otros, también se sientan residentes en ella. Juliana, Moni para mí, es una de ellas. No pierde una oportunidad para celebrar la vida y disfrutarla a plenitud. Es amante de los viajes, de los conciertos, de los paseos, y de todo lo que signifique gozar y vivir feliz. Se inventa cualquier pretexto para poner ¡manos a la obra!, y en un dos por tres armar una comida, no importa lo trabajoso que resulte el proceso. Lo de ella es agradar.

Excelente anfitriona

Más que una cuñada es una hermana para mí. Llevo décadas conociéndola, y siempre he visto en ella una hermosa sonrisa, la que adorna con su eterno pintalabios rojo. Llegas a su casa y te hace sentir como si tú, al igual que ella, vivieras en una ciudad fabulosa. No pasa por alto un detalle, siempre está dispuesta a hacerte disfrutar a plenitud cualquier velada. Te espera con un “tire”, que no hay quien diga que estuvo en la cocina por largas horas. Digo, ni tantas, porque en cuestión de “segundos” es capaz de poner ante tus ojos, una arepa, un capuccino, un flan, una lasagna, un chenchén, o un arroz, habichuelas y carnes, pero ”¡un arroz, habichuelas y carnes!”, como dice ella. “Porque yo soy la que cocina más rápido del muuundo”.

Canta, baila y hace lo que sea para agradarte

Moni es de la gente que entra en todas. De esas personas a las que nada les da vergüenza con tal de sentirse bien y agradar a los demás. Si para hacer el ambiente tiene que bailar, prepárate para verla tirando sus pasos al ritmo que le toquen. Si de cantar se trata, no se resiste a tomar su micrófono y entonar la canción que sea. Su energía es inagotable. Puede llegar a su casa luego de tener un día arduo de trabajo y afanes, pero si se le presenta salir a una fiesta, a un concierto o recibir a alguien en su casa se activa de forma tal que crees que se acaba de despertar de un placentero sueño. En lo que pestañea, ya ella se ha cambiado de ropa, tiene suelta su hermosa melena negra, su “pico pintao’ de rojo”, sus tacos y su cartera enganchada.

Celebra la vida

No hay forma de sorprenderla, porque se lo sabe todo, y no se le va una, como decimos los dominicanos. Ah, pero si es ella que se dispone a sorprender, lo logra porque logra. Tiene sobradas habilidades para “engañar” a quien o quienes quiere agradar. Hace unos días lo hizo con un grupito de cuñadas y concuñadas y por supuesto, lo que creíamos, era un encuentro sencillo para celebrar la vida, ella lo convirtió en un momento inolvidable. Mesas vestidas de glamur, chistes familiares que arrebataron interminables carcajadas y un rico menú dejaron claro una vez más, que Moni vive y te hace vivir, como en una ciudad fabulosa.

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