Rompiendo el ciclo
Creando el futuro sanando las heridas del pasado
El Día de las Madres es una fecha que invita a la reflexión sobre el papel esencial que juegan las progenitoras en nuestras vidas y cómo sus experiencias pasadas moldean su forma de criar. Es importante mirarla desde la gratitud, incluso si nuestras relaciones con ella no han sido ideales.
Las madres, al igual que todos nosotros, son el producto de sus vivencias particulares.
Hablar sobre el tipo de madre es un tema profundamente personal y puede variar enormemente de una persona a otra. De hecho, una misma persona puede ser percibida distinta por sus hijos, por ejemplo, una madre de 5 hijos puede ser considerada como amorosa, estricta, por uno, mientras otro puede sentirla como ausente, algún otro, protectora, y así sucesivamente. A cada uno le toca una tomar de ella algo distinto.
La formación de la personalidad en los primeros años de vida es crucial. Estudios indican que los primeros cinco años son esenciales para el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y cognitivas.
Por otro lado, la educación de los niños es un tema complejo, con frecuencia se escucha que la esta viene del hogar, situación lamentable cuando en ese escenario existen carencias multifactoriales.
Esto deja a muchos niños creciendo expuestos a ambientes inseguros y sin una dirección clara.
La falta de una figura parental presente y comprometida puede tener consecuencias a largo plazo en el desarrollo emocional y social de los niños.
La ausencia de un entorno seguro y afectivo puede llevar a problemas como el bullying o resentimiento, algunos niños se tornan implacables reflejando la violencia, el desamor o la falta de formación.
Las "miserias humanas" a menudo son procedentes de una cadena de traumas no resueltos que se transmiten de generación en generación. Hay heridas de la niñez derivadas de un ambiente hostil, incluyen sentimientos de abandono, rechazo, sobreprotección, o incluso una falta de validación emocional. Estas heridas pueden manifestarse en la vida adulta como baja autoestima, dificultades en las relaciones, y problemas emocionales o de conducta. Por eso, es fundamental romper ese circuito ofreciendo empatía, comprensión y una educación en gestión emocional a las nuevas generaciones, aunque lastimadas puedan sanar y construir en un hogar óptimo cuando corresponda.
En el contexto de las constelaciones familiares, una metodología terapéutica desarrollada por Bert Hellinger, defiende que sanar la relación con la madre puede liberar bloqueos emocionales y mejorar la vida en varios aspectos, incluyendo el financiero y de pareja.
La Biblia también aborda la importancia de honrar a los padres. En el libro de Éxodo 20:12, uno de los Diez Mandamientos dice: "Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te da", un llamado a la reconciliación con los mismos.
La transformación empieza con la gratitud a quien nos albergó en su vientre, dándonos el más valioso regalo que podemos recibir: la vida. Así, debemos asumirla, sin juicios o condenas, reconociendo sus esfuerzos y comprendiendo sus limitaciones. De lo que sigue a futuro, nos encargarnos nosotros; crear un futuro brillante y esperanzador.