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Interdisciplinariedad: llave para la formación integral de los nuevos profesionales

Iniciativas. Lograr este objetivo requiere intencionalidad y estrategia por parte de las universidades.

En estos momentos en que los desafíos globales se han vuelto más y más complejos, se requiere de profesionales con una comprensión más profunda e integrada de diversas áreas del conocimiento.

En estos momentos en que los desafíos globales se han vuelto más y más complejos, se requiere de profesionales con una comprensión más profunda e integrada de diversas áreas del conocimiento.

La educación superior tiene diversos retos para garantizar la formación de profesionales con compromiso social y conciencia ciudadana, pero también con los conocimientos y las competencias requeridos para resolver los principales problemas que enfrentamos como humanidad e impulsar las transformaciones que necesitan nuestras sociedades para alcanzar el desarrollo sostenible.

Una de las llaves maestras para lograr que los profesionales del presente y el futuro que entregan las universidades tengan esa educación integral es la interdisciplinariedad.

Definida por Jean Piaget como la cooperación entre varias disciplinas o sectores heterogéneos de una misma ciencia que llevan a interacciones reales, es decir, hacia una reciprocidad de intercambios que resulten en un enriquecimiento mutuo, la interdisciplinariedad en la educación superior no es recomendable, sino absolutamente necesaria.

En estos momentos en que los desafíos globales se han vuelto más y más complejos, se requiere de profesionales con una comprensión más profunda e integrada de diversas áreas del conocimiento, que puedan identificar cómo estas se relacionan entre sí y cómo pueden aplicarse de manera conjunta en la resolución de problemas complejos. Asimismo, que sean capaces de colaborar con profesionales de diferentes disciplinas y abordar los retos desde distintas perspectivas con una mente abierta y flexible. Esto se logra con una formación interdisciplinar.

Julie Thompson Klein, experta y pionera en estudios interdisciplinarios, afirmaba que la interdisciplinariedad “es el principio organizador de una nueva era de educación que trasciende las fronteras tradicionales de las disciplinas académicas”.

Actualmente, vemos cómo esta visión es un eje articulador en torno al cual se reestructuran los planes de estudio, la investigación y la docencia en las instituciones de educación superior.

Cómo se logra en la educación

Está demostrado que fomentar la interacción entre diferentes disciplinas y campos de estudio promueve habilidades fundamentales para el desarrollo profesional exitoso y, sobre todo, para el progreso de nuestras sociedades.

“El enfoque interdisciplinario en la formación de estudiantes universitarios es crucial ya que amplía su perspectiva, fomenta la creatividad, la innovación, y los prepara para un mundo laboral donde la colaboración y la resolución de problemas complejos son esenciales. Al integrar conocimientos de diversas disciplinas, los estudiantes se exponen a diferentes ángulos de problemáticas sociales, lo que les permite un análisis crítico más profundo”, asegura la doctora Vhyna Ortega, vicerrectora académica de la Universidad Iberoamericana, Unibe.

Sin embargo, lograr una verdadera interdisciplinariedad en los programas, requiere intencionalidad y estrategia por parte de las universidades. Lo primero es integrarla en el currículo y fomentarla a través de iniciativas, como pueden ser las dobles titulaciones, menciones y concentraciones; cursos y talleres, actividades curriculares y extracurriculares, proyectos en los que colaboren distintas escuelas o áreas de estudio, así como en alianzas interinstitucionales. En pocas palabras, debe ser un compromiso institucional. De esta manera se ha asumido en Unibe, según explica la doctora Ortega.

“Esa es una de las características fundamentales del Modelo Educativo Unibe, y está presente en todos los aspectos de la vida académica del estudiante, desde la estructura curricular hasta la colaboración entre facultades”, dice.

Cambios

La interdisciplinariedad está impulsando un cambio de paradigma en la educación superior, orientándola hacia un enfoque más holístico e integrador del conocimiento y, de acuerdo a la académica, facilita en los estudiantes “el desarrollo de habilidades de trabajo en equipo y comunicación efectiva, que llevan a generar soluciones prácticas para los desafíos contemporáneos, logrando profesionales más versátiles y mejor preparados”.

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