El poder de la meditación zen: mejorando la salud mental y emocional

En la actualidad se ha demostrado que la meditación zen tiene un gran número de beneficios para la salud tal como se ha reseñado en diversos experimentos en los cuales se analiza lo que pasa en el cerebro cuando se accede a estos estados meditativos, sus efectos positivos en la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión, así como en el aumento de la concentración, la claridad mental y la empatía hacia uno mismo y los demás.

Se ha comprobado además que la práctica regular de la meditación zen puede generar cambios en la estructura cerebral.

Otros estudios aseguran mejora la salud cardiovascular, entre ellos, científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (2011). Otro estudio del 2013 realizado por la Universidad de California certificó que un curso de meditación realmente aumentó los puntajes en exámenes entre los practicantes de la meditación Zen.

De esta meditación se deriva el Mindfulness, como técnica terapéutica desarrollada por Dr. Jon Kabat-Zinn y su equipo, en el año 1979, en la clínica de la reducción del estrés del Hospital de la Universidad de Massachusetts.

En lo particular, la meditación nos sirvió de inspiración para realizar mi trabajo de grado de psicología clínica (1988), abordamos el uso de la Relajación en Pacientes clínicos, concluyendo que la práctica regular de la meditación y la relajación favorece la regulación emocional y la salud por lo que aseguramos que incluir estas prácticas a la vida cotidiana contribuye a un estado de bienestar físico y mental.

Más meditación resulta en menos medicación. Tuvimos la experiencia de usuarios de la relajación muscular científica de Jacobson, y el entrenamiento autógeno de Shultz, combinado con la meditación, muchos participantes de talleres lograron superar el insomnio, disfunciones sexuales, entre otras circunstancias generadas por estrés.

No menos importante afecta nuestro mundo espiritual, sin ser una religión como lo afirma el Dr. Castellón, Psicólogo y Maestro Zen, docente universitario, experto en psicología transpersonal, y Terapias Cognitiva conductual, nos cuenta de la esencia del Zen, (ver trabajo anterior).

El zen no es una religión, afirma, es experiencial, es originaria en India, migró a China y otros países dando origen a tres escuelas principales, y otras más pequeñas. ndependientemente de la vía que se elija, lo importante es la esencia. La práctica del Zen es vivencial, pretende encontrar una conexión espiritual a través de la atención plena y la concentración en el momento presente. Los ejercicios suelen comenzar con la atención a la respiración, siguiendo el flujo de la inhalación y exhalación. Se puede combinar con la repetición de mantras, (oraciones especiales), nos centramos en la observación de sensaciones físicas.

La meditación zen incluye la meditación sentada, caminando y la contemplación de koans, que son paradojas, afirmaciones utilizadas para inducir la iluminación, procurando que los practicantes salgan del pensamiento lógico y se dirijan hacia la conciencia pura, entrando en un estado intuitivo donde las respuestas provienen del interior. Durante la meditación, se busca cultivar la conciencia plena, en el tiempo presente, aquí y ahora, dejar pasar los pensamientos sin aferrarse a ellos.