Yamilet Emiliano: La joven que leía mientras luchaba contra el cáncer

  • Esta situación la sumió en un estado de tristeza, pues no se sentía útil y el dolor se agudizaba más. Mientras estaba en la clínica, la mayor parte del tiempo la tenían dormida y cuando despertaba, entendía que debía hacer algo, por lo que comenzó a leer un libro.
Yamilet Emiliano, de 23 años, le ganó la batalla al cáncer.”

Yamilet Emiliano, de 23 años, le ganó la batalla al cáncer.”

“La sanación de mi cáncer fue un proceso difícil y lento”, así describe Yamilet Emiliano su batalla para salvar su vida cuando apenas cumplía 21 años. Esa realidad para ella fue “muy dura”, y un día encontró en los libros otro modo de ocupar su mente en algo útil.

La joven descubrió su enfermedad cuando acudió a una consulta médica debido a algunos síntomas, que en principio los asoció a la anemia, producto de la mala alimentación que llevaba durante el inicio de su carrera en Medicina. No imaginó que el cáncer tocaba a su puerta.

“Tuve mi diagnóstico, pero como joven llena de vida, quise seguir con ella y batallar, hasta que llegó el momento en que mis doctores me recomiendan regresar a casa y tomar las cosas con calma. Tenía que descansar porque le estaba exigiendo a mi cuerpo lo que no podía dar”, narró Emiliano.

Esta situación la sumió en un estado de tristeza, pues no se sentía útil y el dolor se agudizaba más. Mientras estaba en la clínica, la mayor parte del tiempo la mantenían dormida y cuando despertaba, entendía que debía hacer algo, por lo que comenzó a leer un libro en la plataforma de Wattpad.

“El poco tiempo que duraba despierta lo ocupaba en la lectura digital. Ahí descubrí que era una manera hermosa de salir de la realidad. Mi situación era complicada de enfrentar y leer fue como sentir que tenía mis pensamientos en otro lugar. Era salir a otra realidad porque, lamentablemente, cuando tenemos cáncer, no vivimos, y leer fue mi mejor calmante y mi segundo oxígeno”.

Durante su primer año de batalla con la Leucemia, la joven nativa de Puerto Plata, se leyó un total de 86 libros impresos de diferentes géneros, de estos, 40 pertenecen a la categoría de Fantasía. Según su experiencia, «amo los libros de fantasía y la magia que tienen para transportar al lector a momentos distintos a los que están viviendo».

Entendió que el libro es el mejor amigo que alguien puede tener, es un compañero fiel.

“No importa el libro que se lea, todos, por sencillos que parezcan, te van a dejar una enseñanza, vas a sentir el apoyo y comprenderás que no estás sola. Recuerdo que yo decía: «No, no me puedo morir mañana porque tengo que terminar este libro; sé que suena banal, pero era una inspiración para seguir luchando», no era la única, sin embargo, me daba aliento para levantarme y ser más fuerte “, expresó.

Emiliano, prosiguió: “Leí muchos libros donde las personas superan las adversidades, y le decía a mami, yo soy la protagonista, yo no voy a perder, no puedo ser un número más en una lista de tal cifra que muere al año de cáncer, y eso lo aprendí de los libros. ¡Podemos ser protagonistas de nuestra propia historia!”

Su relación con el mundo literario, aún después de ganarle al cáncer, sigue con ella. No solo lee, sino que ahora se dedica a trabajar en una librería. Considera esto parte de su ser, una pasión que siempre le acompañará. “Los libros no pueden ser solamente una etapa para mí; el cáncer sí fue una etapa, pero los libros tienen que ser parte de mi esencia y los tengo que llevar conmigo en todo momento”, agregó la encargada de marketing de Librería Books Worlld.

Su mensaje a quienes están pasando por una situación similar o cualquier otra enfermedad es claro: “Recuerden que los libros salvan vidas”, y ella es un testimonio de eso. Al mismo tiempo, comprende que la ayuda recibida no necesariamente le servirá a otros, pero destaca el punto principal: encontrar algo que los haga sentir vivos, que busquen un propósito que los mueva.

Una etapa difícil

Emiliano es falsémica, lo que le obliga a asistir a consultas. Cuando la doctora le comunicó que había desarrollado un cáncer y que su sangre no estaba funcionando, pasó por todo el proceso de la quimioterapia. Comentó que fue el peor proceso de su vida, resultó doloroso y verse sin cabello y sin poder comer fue especialmente difícil para ella.

Tuvo la oportunidad de tratarse con doctores de los Estados Unidos y llevar un tratamiento completo. Sin embargo, aún así, le tocó el amargo sabor de ver perder la batalla a compañeros que, al igual que ella, luchaban contra la enfermedad.

Una lucha ganada

Entre risas y visiblemente conmovida por todo lo que significó su enfermedad, le brillan sus ojos al recordar que, sus doctores desde el extranjero, le enviaban correos con los últimos análisis, quedando completamente impactada; su felicidad era simplemente inexplicable.

“Ganar se siente diferente. Por eso, invité a mi familia y amigos a una reunión para compartirles algo muy importante. Compré el bizcocho y toqué la campanita; desde ese momento, todos empezamos a llorar”, expresó Emiliano, mientras agradecía a Dios por ser el principal médico en su enfermedad y a su familia por estar siempre a su lado.

Conjuntamente, agradeció a los médicos de la República Dominicana que siguieron su caso de cerca. Gracias a esa disponibilidad de ayuda, hoy no es solo la chica del cáncer; es la estudiante de Medicina, la chica del marketing en la librería donde trabaja, sino la Yamilet lectora, a quien el cáncer cambió la vida, pero los libros se la devolvieron.

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