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Psicología

La alimentación consciente

También conocida como mindfulness eating, se lleva a cabo con la finalidad de hacer menos automático el acto de ingerir alimentos y tiene múltiples beneficios. 

La persona debe centrarse en percibir todas las sensaciones que acompañan el comer.

La persona debe centrarse en percibir todas las sensaciones que acompañan el comer.Getty Images/iStockphoto

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Hilary SolanoEspecial para Listín Diario
​Santo Domingo, RD

La alimentación consciente o mindfulness eating es una práctica que invita a las personas a tomar atención plena ante todo el proceso que involucra el acto de alimentarse. Quiere decir que de manera intencionada la persona se centra en percibir todas las sensaciones que acompañan el comer, desde la sensación de hambre, la elección de los alimentos, su preparación, el disfrute de la ingesta y la comprobación de sentir las señales de saciedad.

El mindfulness eating se lleva a cabo con la finalidad de hacer menos automático el acto de ingerir alimentos, trata de que la persona respete sus necesidades fisiológicas alrededor de la comida con el objetivo de que la relación con los alimentos sea saludable.

Los beneficios del mindfulness eating son múltiples, dentro de estos los más destacados por diversos autores son:

1. Conciencia plena: Promueve la atención consciente a los hábitos alimenticios, identificando patrones de alimentación emocional y mejorando la relación con la comida.

2. Reducción del estrés: Al practicar mindfulness eating los niveles de ansiedad asociados con la comida disminuyen, lo que permite una experiencia alimentaria más satisfactoria.

3. Mejora de la digestión: Masticar de manera consciente los alimentos puede mejorar la digestión y la absorción de nutrientes.

4. Previene el sobrepeso: Prestar atención a las señales internas de hambre y saciedad puede reducir la tendencia a comer en exceso.

Practicar el mindfulness eating implica varios pasos:

1. Conciencia plena antes de comer: Tomar un momento para observar los alimentos.

2. Masticación consciente: Comer despacio, masticar completamente y saborear cada bocado.

3. Escucha del cuerpo: Estar atento a las señales de hambre y saciedad del cuerpo.

Es importante recordar que el mindfulness eating no es un reemplazo para la terapia psicológica. Si se enfrenta a trastornos alimentarios u otros problemas de salud mental, es crucial buscar ayuda profesional para abordar estos desafíos de manera integral. El mindfulness eating puede ser una herramienta valiosa en el camino hacia una relación más saludable con la comida y el cuerpo, pero debe complementarse con un enfoque terapéutico completo y adecuado.

Hilary Solano
La autora es psicóloga clínica y de la salud en Centro Psicológicamente

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