La sorprendente Guadalupe

Guadalupe Casasnovas ha presentado una exposición de sorprendente frescura, en donde la alegría de vivir estalla, con todo su vigor.

Esta artista multifacética muestra en la galería Bodden Hablando en Serie, que es un muestrario de su versatilidad.

Pocas veces he presenciado tanta habilidad en un solo artista. Se trata de un recorrido por sus recuerdos de infancia, con objetos confeccionados con materiales contemporáneos, en donde el color y la forma nos obligan a transitar hacia los tiempos en los que jugábamos, libre y despreocupadamente, sin temores ni peligros.

Guadalupe no se conforma con esa muestra, sino que, como un Leonardo Da Vinci femenino, arma sus propios aparatos en madera, los que cobran vida mediante bisagras, convirtiéndose en extrañas criaturas. Mostrando de paso la maravilla de la madera y las cambiantes tonalidades y matices del exquisito material, favorito de los artistas artesanos del pasado. Todas las piezas son aptas para ser colocadas como plato fuerte en los salones de los afortunados que logren adquirirlas.

Un gran ábaco de alegres colores nos anuncia, como una premonición, la entrada del coloso, oriental, en nuestras vidas.

La arquitectura, su profesión original, está presente en las formas geométricas, que se escapan muchas veces de la rigidez tradicional.

Sus collages son juegos de colores y formas, en donde la imaginación del espectador pasa a ser el protagonista. Una serie de collages a base de recortes une los universos de su mundo insólito en donde la Monalisa juega otro papel y los ingredientes de la mesa criolla cubren, cual regio abrigo, el cuerpo desnudo de una dama.

Es la exposición más alegre y refrescante con que se estrena la temporada navideña, después de pandemias, tempestades al revés y tragedias también en serie.