EDUCACIÓN
Título universitario: un gran logro y una gran responsabilidad
En estos tiempos el privilegio de la educación universitaria conlleva gratitud hacia aquellos que lo hicieron posible, también exige humildad y, muy especialmente compromiso.
Decía el educador Peter Drucker que la mejor manera de predecir el futuro es creándolo. Una frase tan cargada de responsabilidad como de esperanza, cobra hoy también un sentido de urgencia. Justo ese fue el tono del discurso de la doctora Odile Camilo Vincent, rectora de la Universidad Iberoamericana, Unibe, en la emotiva ceremonia de su quincuagésimo sexta graduación ordinaria.
Centró sus palabras en lo que representa este evento en la vida de los casi 400 graduandos que recibían sus títulos, así como en el rol de la educación como agente de cambio para asegurar un futuro de paz, armonía y prosperidad. De su alocución, destacamos seis mensajes clave para los nuevos profesionales.
1. La nueva responsabilidad como dueños de su destino. Al graduarse de licenciados, ingenieras, médicos o arquitectas, los jóvenes empiezan a ejercer la responsabilidad absoluta de sus decisiones y de su camino. Para que sea de éxito, afirma, se requerirá de ellos “dedicación, esfuerzo, una permanente actitud de aprender, responsabilidad, atreverse a asumir riesgos y tener la paciencia, así como la constancia y la disciplina para esperar y cosechar lo que siembren”.
2. Graduarse es un logro y un compromiso. En los tiempos en que vivimos, el privilegio de la educación universitaria conlleva gratitud hacia aquellos que lo hicieron posible, también exige humildad y, muy especialmente compromiso. “Es mi mayor anhelo que genere en ustedes compromiso. Primero con ustedes mismos, para alcanzar su mejor versión; con su profesión, para agregar valor; y con su país, para contribuir con su desarrollo”.
3. Tienen la oportunidad de hacer la diferencia. En un mundo en constante cambio, la rectora señaló la oportunidad única que tienen estos graduandos de impactar positivamente en sus campos profesionales. “Con acceso a tecnologías que prometen, si se hace un uso eficiente y ético de ellas, acelerar cambios que transformen cómo entendemos el cuidado y tratamiento de la salud, los métodos de diseño y construcción, la manera de enseñar y aprender, de hacer negocios, en fin, de desempeñar su oficio de modos impensables hace menos de una década”.
4. De ellos se requiere un liderazgo con conciencia social. Con los desafíos globales que enfrentamos en la actualidad, la conciencia social adquiere una importancia especial. “Estar conscientes del contexto social, económico y político que vivimos es fundamental, tanto desde el punto de vista profesional, para poder anticipar cambios, adaptar prácticas, pero lo es, especialmente para poder ejercer una ciudadanía activa, que contribuya con la construcción del estado social y democrático de derecho declarado en nuestra Constitución.
5. También se necesita compromiso ciudadano. Tomando en cuenta el panorama mundial, reconoció que en nuestro país, a pesar de los desafíos estructurales que persisten, contamos con estabilidad económica, política y social. “Preservar esta realidad es un compromiso colectivo. Nos corresponde contribuir con nuestro comportamiento, respetuoso de las leyes, ejerciendo nuestros deberes, reclamando nuestros derechos, siendo propositivos y aportando desde nuestro ámbito de acción al desarrollo económico y social de nuestro país”.
6. Los jóvenes profesionales tienen un triple desafío. La rectora le recordó a los graduandos que en los últimos años, superaron más retos que otras promociones, y que las enseñanzas de la pandemia no pueden haber sido en vano. En este sentido, les exhortó a asumir un reto triple: “Como personas, como profesionales y como ciudadanos. Salgan a conquistar el mundo y demuéstrennos que una sociedad mejor, más próspera, más sostenible, más justa e inclusiva, pacífica, es posible y que ustedes se encargarán de construirla desde cada uno de los espacios en que les toque desenvolverse”.