Reportaje

Los rascacielos que se adelantaron a su tiempo

El proyecto Metrópolis Nómadas, que obtuvo el primer premio y ha sido proyectado por los Chufeng Wu, Chang Lu, Bozhi Zheng, Duo Wang y Shuxiao Zhang, de China, propone una ciudad móvil.

Proyecto Metrópolis Nómadas, estaciones de soporte para viviendas en un ciudad. Foto: eVolo Magazine

Proyecto Metrópolis Nómadas, estaciones de soporte para viviendas en un ciudad. Foto: eVolo MagazineEFE

El certamen internacional eVolo Skyscraper Competition (www.evolo.us/category/competition) se enfoca cada año en resaltar y premiar las ideas y diseños más interesantes, visionarios e imaginativos de la arquitectura vertical, trascendiendo a menudo el concepto tradicional del rascacielos y los estándares técnicos establecidos de este tipo de construcción.

Los tres proyectos ganadores y las 15 menciones especiales de la edición 2023 de este concurso al que se presentaron este año 309 trabajos, son un claro ejemplo de la filosofía del certamen que, según sus organizadores, “reconoce aquellas ideas visionarias que desafían la forma en que entendemos la arquitectura vertical y su relación con los entornos naturales y construidos”.

VIVIENDAS MODULARES Y ERRANTES

El proyecto Metrópolis Nómadas, que obtuvo el primer premio y ha sido proyectado por los Chufeng Wu, Chang Lu, Bozhi Zheng, Duo Wang y Shuxiao Zhang, de China, propone una ciudad móvil, que se conecta a la infraestructura existente y brinda nuevos servicios a la ciudad anfitriona.

Según estos especialistas, la movilidad interurbana de las personas se ha fortalecido y seguirá en aumento, siendo cada vez más frecuente tanto a nivel nacional como internacional, que los inmigrantes, en su mayoría jóvenes, se muden de una ciudad a otra en busca de oportunidades laborales y recursos económicos.

Para afrontar esta situación, los arquitectos chinos proponen construir grandes conjuntos de viviendas-cápsula modulares, acopladas a unas estructuras o núcleos de soporte, denominados ‘estaciones nómada’.

Cada vivienda tiene una parte fija y otra giratoria, lo cual permite distribuir y organizar su espacio interior de distintas maneras.

Además cada cápsula es modular, lo que permite que un inquilino se traslade de una ‘estación nómada’ a otra localizada en otra ciudad, con su misma casa y sus pertenencias dentro, sin necesidad de efectuar mudanzas.

Las áreas conectadas a los sistemas de tuberías, como la cocina y el baño, están en la parte fija de cada vivienda-cápsula.

La parte giratoria consiste en un tubo cuadrado, similar a la caja cerrada o remolque de un camión donde se transporta la carga, y dispone de 4 áreas de estar, que el usuario puede personalizar a su gusto para adecuarlas a distintas funciones.

Estas 4 áreas (por ejemplo, dormitorio, sala de ocio, zona de deporte y despacho de trabajo) están alojadas respectivamente en las 4 superficies laterales de la estructura tubular.

Cuando la parte rotatoria de la casa gira 90 grados, sobre un eje horizontal imaginario, una de sus superficies laterales pasa a convertirse en el suelo de la vivienda, mientras que las 3 restantes, que no se utilizan en ese momento, quedan situadas en sus paredes (dos de ellas) y el techo (la tercera).

Cuando la casa vuelve a rotar 90 grados, según las necesidades del inquilino, otra área de estar pasa a ocupar el suelo.

Es como si la superficie del suelo de la casa estuviera plegada y distribuida sobre cuatro lados, según sus diseñadores.

El mobiliario está diseñado para adaptarse a la rotación. Por ejemplo, los gabinetes pueden girar para mantenerse siempre horizontales, mientras que algunos sofás y escritorios pueden usarse en distintas posiciones.

Al ser modular, una misma casa nómada podrá trasladarse y acoplarse a estaciones situadas en distintas ciudades. Así, su usuario no necesitará comprar un casa nueva y redecorarla, ya que podrá ir a la nueva ciudad con su hogar, todas sus posesiones y un sentido de pertenencia, según los creadores del proyecto.

RASCACIELOS DE RECICLAJE OCEÁNICO

El rascacielos para la recuperación de océanos ‘Re-clamation’, diseñado por Dennis Byun, Harry Tse y Sunjoo Lee, de Nueva Zelanda, obtuvo el segundo puesto en el concurso eVolo, por su propuesta consistente en una edificación oceánica de gran altura y móvil, capaz de desplazarse a lo largo del Océano Pacifico, para recolectar los desechos acumulados y después reciclarlos.

Proyecto ‘Re-clamation’, vista general de torre oceánica rodeada de barreras. Foto: eVolo Magazine

Proyecto ‘Re-clamation’, vista general de torre oceánica rodeada de barreras. Foto: eVolo MagazineeVolo Magazine

En las aguas superficiales del Océano Pacifico se viene acumulando desde hace décadas una gran cantidad de desechos plásticos y otros residuos, en una zona denominada Gran Mancha de Basura del Pacífico (GMBP) situada en el Norte de este extenso mar, así como derrames de petróleo, que afectan y matan a la fauna marina, según los autores de este proyecto.

Byun, Tse y Lee proponen una idea audaz para reciclar el plástico acumulado en la GMBP, y promover la conservación de los seres vivos y la naturaleza: un rascacielos “viajero” que transforma los pequeños pedazos de plástico en un material reforzado que podrá utilizarse como material de construcción.

De hecho, la fachada exterior del propio rascacielos estará hecha de este plástico reciclado procedente de los desechos del océano, los cuales se moldearán adquiriendo una estructura sólida.

La torre ‘Re-clamation’ está diseñada para moverse de manera natural, impulsada por las mismas corrientes oceánicas y vientos, que mueven los residuos plásticos haciendo que se acumulen.

Para garantizar el desplazamiento y la estabilización de la torre también se utilizarán hélices verticales y propulsores de agua a presión, equilibrando las fuerzas de elevación y propulsión para que la torre flote y se desplace manteniéndose recta, así como una serie de barreras para evitar que la afecten las turbulencias.

En la periferia de la edificación habrá una serie de anillos, filtros, bombas hidráulicas y sistemas tecnológicos, que “trabajarán en equipo” para succionar el agua marina, capturar los residuos plásticos y clasificarlos según su composición, para finalmente llevarlos a una planta de reciclado y fabricación, que se encargará de transformar los residuos en material de construcción.

Otros equipamientos tecnológicos más pequeños de esta torre, denominados Skimmer Mech y Sorbent Mech funcionarán, respectivamente, como una aspiradora marina que recolectará los derrames de petróleo para su recuperación o eliminación, y un sistema de extensión de esponjas especiales que absorberán el petróleo, de las cuales será extraído en un centro de reciclaje.

TORRES AMAZÓNICAS SIMILARES A ÁRBOLES

La propuesta ‘K8 Despegue Forestal’ de Ahmad Hafez y Hamzeh Al-Thweib, de Alemania, recibió el tercer premio en la competencia. Su proyecto consiste en un nuevo modelo de desarrollo urbano que prioriza el bienestar del ecosistema y su biodiversidad en la selva amazónica, la cual produce el 20 % del oxígeno mundial a través de sus procesos de fotosíntesis.

Proyecto Despegue Forestal K8, vista panorámica. Foto: eVolo Magazine.

Proyecto Despegue Forestal K8, vista panorámica. Foto: eVolo Magazine.eVolo Magazine.

El proyecto se inspira en el imponente árbol Kapok, representado en el libro infantil ‘The Great Kapok Tree’ (El gran capoquero), de Lynne Cherry, un relato centrado en el amor a la naturaleza y la preservación del medio ambiente, en el que los animales que moran en este enorme árbol del bosque lluvioso de Brasil, deben convencer a un leñador y su hacha, para que no lo corte.

Así como el árbol Kapok ofrece sustento, refugio y apoyo a una gran variedad de vida silvestre y vegetación, el K8 aspira a salvaguardar el ecosistema del daño inducido por el ser humano, al tiempo que eleva las condiciones de vida de la biodiversidad que lo habita y de las comunidades vecinas, según sus autores.

El K8 (en referencia a las ocho naciones por las que fluye el río Amazonas) se elevará como un rascacielos sobre la selva circundante, y contará con flotas de drones que sobrevolarán la zona para monitorizar e investigar su biodiversidad y sus diversos eventos, así como para evitar que se produzcan acciones destructivas de origen humano.

Los vehículos aéreos no tripulados también ayudarán a detectar precozmente las actividades de deforestación, así como a apagar los incendios forestales por medio de sistemas de agua a presión.

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