Folcloreando
El asunto no es cogerle pena al Cuerpo de Bomberos
Las únicas veces que pensamos en el Cuerpo de los Bomberos es cuando escuchamos ¡fuego!, cuando alguien se está ahogando, no aparece o cuando alguien se queda trancado en una casa. Cuando escribo que a este cuerpo de hombres y mujeres entregados a este servicio voluntario no hay que cogerle pena es porque ellos no dan lástima, es una labor que hacen a la comunidad para salvar vida, pero a qué precio mis lectores.
La miseria que le pagan no compensa los días sin dormir, sin estar con su familia. ¿Qué les mueve a estas personas a pertenecer a un equipo “salvavidas”, que no sea el espíritu de servicios?
Yo haciendo conjeturas, quizás algunos de estos individuos no son ni bachilleres, pero tienen una sabiduría, una experiencia y una capacidad de exponerse al riesgo que no todos tenemos, y esto tampoco se compensa con pergaminos de reconocimientos. Esto se alivia con un sueldo que pueda cubrir la educación, alimentación y salud de su familia. A mí me parte el alma cuando observo los peligros a los que se ven sometidos, quizás por 15, 20 o 30 mil pesos.
¿Se imaginan que los que corren más riesgo son los que menos ganan? En esta protesta silenciosa incluyo a la Defensa Civil; también incluyo a las enfermeras que tienen dos y tres trabajos, que se trasnochan y son las que suministran los medicamentos so pena a darle un patatús a un paciente. ¿Lo han pensado?