Creencias erróneas sobre la alimentación de mascotas que ponen en riesgo sus vidas

En la búsqueda constante de proporcionar a las mascotas una vida sana y feliz, los dueños se enfrentan a una gran cantidad de información sobre cómo alimentarlas adecuadamente. Sin embargo, entre el diluvio de consejos y creencias populares, a menudo, se esconden mitos que pueden tener consecuencias perjudiciales para la salud de estos fieles compañeros.

En la actualidad, el tema de la alimentación de animales domésticos es objeto de una amplia controversia. Los mitos en torno a esta área pueden surgir de tradiciones culturales, la comercialización de alimentos y la desinformación generalizada en las redes sociales.

El veterinario Abraham Frías compartió que dos de las creencias erróneas sobre alimentación que, con mayor frecuencia, encuentra en consultas son que la comida cruda es mejor que la balanceada y que alimentar con harina y carne ofrece mejor calidad de vida a los animales.

Frías explicó que, en el caso de limitar la alimentación a harina y carne, también se reducen las fuentes de nutrientes, vitaminas y minerales que recibirán las mascotas, por lo que no es recomendable.

Otro punto importante es que se habla de que las comidas caseras o la dieta BARF, Bones And Raw Food, por sus siglas en inglés, y que traducida al español significa de huesos y comida cruda, es mejor para tratar enfermedades de la piel, pacientes alérgicos, y no es cierto, comentó el veterinario.

Según él, este es un resultado que, de igual manera, se puede obtener a través de los alimentos balanceados, si se saben elegir correctamente.

“Hay casos donde la dieta casera o BARF puede mejorar la situación del paciente porque se le cambia la proteína. Al cambiar a una proteína distinta, ya sea de cordero, res o pollo a otra distinta que haya comido, esto puede producir una mejora”, agregó.

Es importante resaltar que la dieta BARF se ha popularizado mucho en los últimos años y todavía en la actualidad es tendencia cuando se refiere a alimentación de mascotas, principalmente en perros y gatos domésticos.

“Hay que cuidarse también de esas alimentaciones caseras donde ocurran desbalances nutricionales, alimentos que su carga de minerales, de proteína y de carbohidratos no es adecuada. Entonces, puede generar hipovitaminosis. La mala calidad de las proteínas genera alteraciones o hace que los pacientes se vuelvan más susceptibles a enfermedades”, externó.

Alimentos balanceados

Hay muchas personas que optan por darle a su mascota alimentos balanceados, lo que popularmente se conoce como croquetas. En estos casos, es fundamental saber escoger los más adecuados para estos compañeros de cuatro patas.

De acuerdo con Frías, en el mercado se venden alimentos balanceados de muy mala calidad, de una calidad media y de una calidad proteica óptima. En estos últimos se respeta la fuente de vitaminas y minerales, y son supervisados de cerca por un equipo de nutriólogos o nutricionistas veterinarios.

Algunos consejos ofrecidos por el experto para encontrar la mejor opción son indagar sobre quién es el fabricante, de dónde viene el origen de las proteínas, la calidad de los nutrientes y hasta consultarlo con un veterinario, en el caso de que se considere necesario.

Además, se debe tomar en cuenta la etapa de vida del animal, así como el estilo de vida. “Hay alimentos balanceados que están hechos para ciertas etapas de la vida, por ejemplo, para recién nacidos, cachorros, perros jóvenes, adultos y perros con una actividad deportiva o ejercicio muy activa, donde los niveles proteicos, de carbohidratos, de grasa y de fibra cambian”, externó.

“Hay alimentos pensados para gatitos, donde su primera nutrición se inicia entre los 21 días o 30 días con un alimento especial específico, luego de jóvenes, de adultos y tanto para gato como perro hay alimentos para geriátricos, donde los niveles de glucosamina, condroitín y sulfato, elementos esenciales para una buena salud, están presentes”, añadió.

Ciertamente, hay una variedad impresionante de alimentos especiales específicos, entre estos también se pueden encontrar aquellos destinados para ciertas enfermedades crónicas o agudas, como es el caso de trastornos gastrointestinales, renales, cardíacos, diabéticos y hasta metabólicos, los cuales condicionan la obesidad.

¿Se le puede dar comida de perro a un gato o viceversa?

En palabras resumidas, Frías aseguró que “un perro debe comer alimento para caninos y un gato para felinos”.

“El contenido de un alimento de gato es distinto al del perro. Un gato no es un perro pequeño, o sea, tiene un metabolismo, una captación y un procesamiento de ese alimento totalmente diferente al perro. El gato necesita, por ejemplo, un aminoácido que se llama taurina, es esencial para él y los niveles de proteína en la dieta son mucho mayores que los del perro”.

En conformidad con el experto, los niveles y exigencias nutricionales entre animales son distintas. Por esta razón, se le debe dar la alimentación que le corresponde.