Las catedrales góticas españolas que no te puedes perder
Alrededor del año 1000, europea experimenta transformaciones de gran trascendencia. El feudalismo rural da paso a una sociedad más urbana y más desarrollada y al auge de las ciudades, los burgos.
Si hoy en día nos sobrecoge entrar en estos impresionantes templos góticos, cómo se debieron sentir los fieles del siglo XIII y XIV cuando llegaban ante sus imponentes portadas.
La irrupción de las catedrales en la Europa a mediados del siglo XII no fue un acontecimiento fortuito. Hay una larga cadena de causas socioeconómicas, políticas y religiosas que ayudan a explicarlo.
Su construcción requería arquitectos, canteros, carpinteros expertos y vidrieros, y su construcción podía llevar cientos de años, lo que requería la mano de obra y las contribuciones de ciudades enteras.
Alrededor del año 1000, europea experimenta transformaciones de gran trascendencia. El feudalismo rural da paso a una sociedad más urbana y más desarrollada y al auge de las ciudades, los burgos.
El crecimiento económico, los cambios sociales y la mejora en las condiciones de vida de la población fomentaron un optimismo que impregnó al conjunto de la sociedad, incluso en lo religioso.
Fue una época de fervor religioso, pero ahora Dios ya no inspira temor, sino que se le representa como un dios creador, luz y guía del mundo. Para ello se precisan lugares de culto bellos que transmitieran, a través de la luz y la altura, la grandiosidad y la gloria de Dios.
La Catedral de Burgos dedicada a la Virgen María, como la mayoría, fue la primera catedral gótica de la Península Ibérica. Su construcción comenzó en 1221 de acuerdo con los patrones góticos franceses, pero sufrió importantes modificaciones hasta que después de tres siglos se completó en 1567.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, es la única catedral española que tiene esta distinción de forma independiente. Sin duda, es una de las joyas del arte gótico universal, aunque en su interior cuenta también con elementos renacentistas, como la girola, y otros barrocos.
En 1919 la catedral se convirtió en el lugar de enterramiento de Rodrigo Díaz de Vivar, "El Cid" y su esposa Doña Jimena, situados bajo el cimborrio.
En 2021, la Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María celebró su octingentésimo aniversario y en ella se ha invertido más de 30 millones de euros, lo que la convierte en el monumento europeo que más fondos ha recibido para su restauración y que más se ha prolongado en el tiempo.
Conocida como la Pulchra Leonina o la Bella Leonesa, la Catedral de León es una de las más bellas catedrales góticas de España. Majestuosa y serena fue construida en el siglo XIII sobre las ruinas de unas termas romanas al más depurado estilo gótico clásico francés.
Su interior alberga una de las colecciones de vidrieras medievales más importantes del mundo. Llevar al extremo la reducción de la piedra, con el objetivo de sustituir los muros por el vidrio. Todo un museo de luces de colores producido por un espacio de 1.800 metros cuadrados de vitrales.
Conviene visitarla cuando el sol entra a través de sus vidrieras, a primera hora de la mañana o antes de la caída de la tarde, algo único de la catedral.
Considerada por muchos como la máxima expresión del gótico en España, la Catedral de Toledo comenzó a edificarse en 1226, durante el reinado de Fernando III el Santo, y sus cúpulas se cerraron en 1493 con los Reyes Católicos.
Al igual que las de Burgos y León, la catedral de Toledo está inspirada en el gótico francés. Sin embargo, muestra una sorpresa. Las bóvedas góticas han sido talladas a lo barroco, parecido a lo que Bernini hizo en San Pedro.
Grande y poderosa, la de Toledo es de cinco naves, crucero y doble girola, con la peculiaridad que las naves externas son algo más anchas que las otras. La parte más antigua conserva sus triforios originales. Recargada y variopinta, su interior es como un museo por toda la ornamentación que tiene.
Excelente la colección en la sacristía, con obras de El Greco (el Expolio y el Apostolado), Caravaggio, Ticiano, Van Dyck, Goya, Rubens, y muchos más.
La Catedral de Sevilla, capital andaluza, además de bella, puede presumir de ser la catedral gótica más grande del mundo y el tercer templo más grande del mundo, solo por detrás de San Pedro del Vaticano y la Catedral londinense de San Pablo. Además, la catedral hispalense cuenta con el retablo más grande de la cristiandad.
De construcción más tardía que las anteriores, sus trabajos se iniciaron en 1401, sobre la antigua mezquita de Sevilla, de la que se conservan el patio y el alminar, hoy la famosa Giralda. Impresiona y no solo por su enorme tamaño, la nave principal se eleva a 42 impresionantes metros.
Entre las obras de arte destaca el magnífico Altar Mayor, y posee elementos arquitectónicos islámicos ya que se construyó sobre la principal mezquita almohade, de la que se conservan la famosa Giralda y el patio de los Naranjos. En su interior podemos encontrar la tumba de Cristóbal Colón, así como de varios reyes de Castilla como Alfonso X el Sabio o Fernando III el Santo.
De la capital hispalense viajamos hasta la catalana, Barcelona, cuya catedral empezó a levantarse en el año 1298, obras se alargaron siglos, siendo terminada su fachada principal en 1913, respetando el estilo gótico original. Como es habitual, está edificada sobre una anterior, románica, de la que todavía es posible observar algunos restos en el Museo de la ciudad.
En su interior impresionan sus retablos góticos, barrocos, así como el coro, el baptisterio y la cripta de Santa Eulalia, patrona de la ciudad. En su maravilloso claustro podrás ver el estanque con las 13 ocas blancas vinculadas a la leyenda de Santa Eulalia, según la cual Santa Eulalia estaba cuidando sus ocas cuando fue condenada con 13 años a 13 martirios por negarse a renunciar a su fe cristiana.
Terminó siendo crucificada en la cruz y desde entonces es tradición que estas aves blancas vivan dentro de la catedral.
En Barcelona se encuentra también otro bellísimo templo gótico, la basílica del Mar, la 'catedral' que catapultó a la fama el ‘best seller’ de Ildefonso Falcones. En el siglo XIII Vilanova del Mar protagonizó un importante desarrollo, que animó a los vecinos de este barrio levantado a extramuros de la ciudad a construir una “catedral” que sintieran como propia, pues entendían que la catedral de Barcelona era más que un templo destinado a las élites de la ciudad.
Desde ese momento quedó establecido que el templo iba a pertenecer, exclusivamente, a los feligreses de Vilanova del Mar, pues ellos iban a sufragarlo, bien con su dinero, bien con su trabajo.
La austeridad y robustez exterior de la basílica contrasta con las espectaculares vidrieras que iluminan el interior y acompañan al visitante desde la entrada hasta el altar mayor.
La catedral de Palma de Mallorca es, tanto por su arquitectura como por su ubicación, una de las más bellas de España. En el momento de su construcción la catedral se encontraba junto al mar, pero años más tarde se llevaría a cabo una prolongación del terreno, un agradable espacio con lago artificial incluido que la envuelve, un lugar frente a la bahía de Palma, posiblemente la más fotogénica del mundo.
En ella se puede admirar el rosetón gótico más grande del mundo, marca inequívoca de su identidad, así como una de las naves más altas de las catedrales europeas. También conocida como la Catedral de la Luz por sus cincuenta y nueve ventanales y cinco rosetones, se erige en el lugar que anteriormente ocupaba la mezquita de la isla.
Volvemos a Castilla, para referirnos, aunque sea de pasada, a Catedral de Segovia, una de las últimas catedrales de estilo gótico que se construyeron en Europa, ya en el XVI, una elegante construcción que rezuma los siglos de aprendizaje que se ha ganado el sobrenombre de la Dama de las Catedrales.
Su bonito claustro de estilo gótico, la imponente torre de 90 metros o la maravillosa colección de vidrieras la convierten en una de las catedrales favoritas.