Mitos y verdades de la crema facial

La piel del rostro es de las más sensibles y delicadas de nuestro cuerpo. Cuidarla y protegerla de manera correcta y sistemática resulta fundamental para poder disfrutar de un cutis joven, saludable y libre de imperfecciones evitables.

Las cremas faciales deben formar parte de nuestra rutina diaria de belleza e higiene destinada a hidratar y evitar la pérdida de elasticidad del rostro.

Con su aplicación regular se conseguirá equilibrar el pH (grado de acidez o alcalinidad) de la piel, a la vez que se le aporta una protección diaria, según la plataforma especializada en cosmética Douglas (https://douglas.es).

Una crema hidratante facial es básicamente una loción de textura cremosa cuya función principal es proporcionar agua a las células de esa zona, nutriéndola en profundidad y protegiéndola de los agentes externos como los cambios de temperatura, el viento o la contaminación, señalan desde la firma Arganour (www.arganour.com) de cosmética natural y orgánica.

MÚLTIPLES FUNCIONES REGENERADORAS

Existe una amplia variedad de lociones: para cuidado diurno o nocturno; para distintos tipos de piel (grasas, secas, mixtas, sensibles); hidratantes (aportan más agua y son ideales para usar durante el día); nutritivas (regeneran la piel especialmente durante la noche) y humectantes (ayudan a atraer y retener el agua en el tejido epidérmico), según los especialistas.

También existen cremas faciales con acción oclusiva, es decir que crean una película protectora sobre la piel que impide, durante un tiempo, que el agua se evapore, o emoliente, que ayudan a rellenar los ‘huecos’ que existen entre las células reduciendo la perdida de agua y ayudando a restablecer su función de barrera, añaden.

“La crema facial es un básico de la cosmética para conseguir tener una piel perfecta. Eso sí, es importante que prestemos especial atención al tipo de crema que elegimos, ya que debe ir orientada a nuestro tipo de piel y a nuestra edad”, señala a Efe Natalia Olmo, creadora de la firma de cosmética natural y ecológica Maminat (www.maminat.com).

“Cuando una mujer o un hombre van a comprar una crema facial, muchas veces no dedican atención a los ingredientes que lleva ni a cómo puede realmente ayudar a tener un rostro joven y vital por mucho tiempo. Hay que fijarse en estos aspectos”, enfatiza.

Para Olmo “la cosmética formulada con ingredientes naturales, es decir aceites esenciales, hierbas medicinales y flores, es una excelente alternativa a las cremas faciales con químicos y conservantes artificiales que pueden perjudicar nuestra piel”.

ALGUNAS CREENCIAS EQUIVOCADAS

Esta especialista recomienda utilizar “cremas con ingredientes 100 % naturales y ecológicos, que ayudan a hidratar el rostro sin posibles efectos adversos como reacciones cutáneas”, y describe algunos mitos y realidades sobre las cremas faciales naturales.

Mito N.º 1. No son útiles para tratar las arrugas.

“El colágeno, el ácido hialurónico vegano, las células madre vegetales de naranja, algunas algas y las magnolias son útiles para tratar las arrugas y pueden estar presentes, tanto en la cosmética natural como en la sintética, aunque con la primera no podemos esperar a tener un efecto relámpago”, según Olmo.

Mito N.º 2. Son demasiado pegajosas o grasientas.

“Todo esto depende de la formulación y composición del cosmético. Existen cremas con ingredientes 100 % naturales que se caracterizan por tener una textura muy fina”, puntualiza.

Mito N.º 3. No pueden usarse en pieles con afecciones.

“Algunas personas con problema en la piel, como la rosácea o una alergia, consideran que tienen que comprar una crema facial de farmacia, pero esto depende de cada caso”, según Olmo,

“A menudo la piel del rostro, que es bastante sensible, sufre alergias por los conservantes y perfumes o fragancias de la cosmética sintética, y algunos problemas de este tipo se solventan al utilizar la cosmética natural”, explica a Efe.

CÓMO USAR LA CREMA HIDRATANTE

Olmo recomienda aplicarse la crema todas las mañanas junto al contorno de ojos, con lo que “en pocas semanas el rostro lucirá luminoso y más hidratado”.

Añade que “la crema debe aplicarse con el rostro limpio, aunque no nos hayamos maquillado, y después de haber eliminado las impurezas de la piel con un desmaquillante adecuado a cada tipo de piel”.

“Para mantener nuestro rostro correctamente hidratado, hay que ser constante en estas rutinas de belleza. Con una pequeña cantidad de producto es suficiente”, puntualiza.

“No hay que olvidarse de aplicar una pequeña cantidad de producto sobre el cuello, ya que es una de las primeras zonas del cuerpo en la que se notan los efectos de la edad, ni tampoco de complementar la rutina de belleza con un buen contorno de ojos y un sérum”, enfatiza Olmo.

Además aconseja usar siempre un buen protector solar facial para prevenir la aparición de manchas, incluso en invierno, ya que en esa época también hay radiación ultravioleta.

“Si queremos tener un rostro hidratado, suave y terso, es importante utilizar unas crema hidratante y una crema antiarrugas de calidad, sobre todo, a partir de los 30 años. El día de mañana, nuestra piel agradecerá que la hayamos empezado a cuidar desde que somos jóvenes”, concluye.