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David Pérez Pichardo te retrata en la calle y pregunta: ‘¿Qué te hace feliz en la vida?’

Con 22 años de edad, este joven, residente en Los Alcarrizos y amante del lente, se dedica a fotografiar a personas desconocidas por las vías, en especial por la Ciudad Colonial, y al terminar, sella su sesión fotográfica con esa interrogante.

Este joven quiere darse a conocer por el mundo como una persona que cree en la felicidad.

Mientras a David Enmanuel Pérez Pichardo le gusta preguntar sobre qué hace feliz a las personas, a LISTÍN DIARIO se le ocurre cuestionarlo sobre el porqué de su interesante interrogante. No anduvo con mucho rodeo y desde que se le contactó, respondió: “Me gusta conocer su respuesta porque a través de ella también se analizan las demás personas que ven mi proyecto”.

El joven de 22 años se refiere a sus redes sociales donde cuelga las imágenes y videos que capta, claro, con el consentimiento de los protagonistas.

La historia de este fotógrafo aficionado llegó a través de una persona a la que la pregunta de David le hizo reflexionar sobre lo que le hace feliz. “No sé si te interesa, pero mira lo que está haciendo este muchacho, en vez de andar delinquiendo en la calle, se dedica a tomar fotografías y a conocer sobre lo que hace feliz a los demás. A mí me ha sorprendido, y me encanta escuchar las respuestas de la gente”.

La explicación despertó interés. Se hizo el acercamiento con David, y la entrevista permitió descubrir que detrás de la vida de este joven hay un detalle que tal vez ha motivado su deseo por saber qué hace feliz a los demás.

Para conocerlo, se le preguntó sobre cómo fue su niñez. "El momento más triste en mi vida fue cuando siendo yo un niño, mi papá se fue de la casa y nos abandonó por cinco años. La verdad que esa situación fue muy dolorosa porque estábamos muy pequeños”. Habla en plural porque tiene tres hermanos. Sanibel, Jeremías y Emely son los hijos que su madre Evelyn Pichardo procreó con su padre Santo Evaristo Pérez, quien después de haberse ido regresó a la casa. Falleció hace nueve meses.

Otro dato que pesa sobre la infancia de David es que, aunque no fue la peor, sí tuvo matizada por la carencia propia de muchas de las familias que viven en sectores empobrecidos como Los Alcarrizos. Ahí ha crecido y sigue viviendo. Pese a esto: “Me gustaba jugar mucho, jugaba bola, tazos, etcétera y trataba de disfrutar cada momento”. Lo dice alegre, que al parecer es el modo que tiene de ver la vida.

Comenzó en la pandemia

Ahora mismo, ¿tú eres feliz? Se le preguntó colocándolo en la posición en la que él pone a sus escogidos. “Bueno, diría que sí lo soy, porque suelo disfrutar cada momento, ya sea con mi familia, con mi novia, o con las personas a las que capto con mi lente porque disfruto plenamente la fotografía y lo que hago”. Esto responde el joven que comenzó a desarrollar esta práctica durante la pandemia. Hace fotos y videos. En esto tiene tres años.

Además de retratar y grabar en la calle a gente que llame su atención, David trabaja como asistente en El Nuevo Diario Podcast. Vale decir que es joven al que tanto le importa la felicidad, empezó a es estudiar Ingeniería en Sistemas. “Pero tuve que dejarla por la pandemia porque a pesar de que era virtual, me desanimé y no seguí”. Eso sí, no ha perdido el tiempo. Actualmente está haciendo un técnico en fotografía en el Instituto de Formación Técnico Profesional (Infotep). Eso también lo hace feliz.

Recompensa

Sobre el beneficio que recibe por dedicar su tiempo a realizar fotos por las calles, David no tarda en mostrar su humildad con la respuesta. "La recompensa que recibo es darme cuenta de lo importante que son las personas y cuáles cosas las hacen felices. Y lo más importante, me gano su amistad, su cariño y eso me hace seguir adelante siendo un fotógrafo feliz". Se ríe porque es la forma

“Si un día me hago viral, quiero que sea por ser un buen influencer"

“La fotografía no solo es apretar el botón para captar la imagen. Para mí es ese arte que me da la visión como profesional para capturar un momento hermoso e inolvidable”. Así define David Enmanuel Pérez Pichardo la profesión que desempeña de manera fresca y alegre por las calles de la ciudad.

Para él es imposible dejar escapar ante sus ojos esas tomas que pueden mortalizar un momento, no importa que su protagonista sea alguien desconocido para él. Acercársele y preguntarle si desea que le tomen una foto o simplemente, captar la imagen respetando los derechos de las personas es el modo en que realiza su trabajo este joven de 22 años que sueña con ser conocido en todo el mundo por lo que hace y porque cree en la felicidad.

David tiene tres hermanos: Sanibel, Jeremías y Emely

“Cuando hago esas fotografías en la calle, la gente se sorprende, pero lo que más le asombra es cuando después de las tomas le hago la pregunta de cierre sobre qué le hace feliz”. A veces piensan mucho para contestar a tan inesperada interrogante, pero siempre hay una respuesta que satisface a David.

Esta forma de dar a conocer lo que a él lo hace feliz, que es la fotografía, es lo que le ha llevado a “hacer viral” su trabajo en diversas ocasiones. Cada día tiene más seguidores y sin la necesidad de morbo, de vulgaridad, ni nada que atente contra el respeto hacia los demás. Él sabe que es raro ver, sobre todo, en las redes sociales, a jóvenes proyectándose a través de un trabajo sano, bonito y con un contenido basado en la felicidad.

Su base de trabajo está fundamentada en influenciar a la gente con un mensaje que le lleve a reflexionar. “Por eso aspiro a que algún día pueda darme a conocer por el mundo como una persona que cree en la felicidad. Para lograrlo me gustaría tener un buen equipo de personas que trabaje conmigo en mi proyecto, que Dios me ayude a tener un estudio fotográfico y a seguir realizando un trabajo bonito y que aporte”. Está “puesto para eso” y lo va a lograr porque según lo que habla su aspiración no es tener dinero, sino estar alegre y contribuir para que otros también lo estén.

“Mis emociones son bacanas”

Esta historia tan ligera en apariencia, pero tan profunda en esencia, también tiene un toque de melancolía. Esta emoción salió a relucir cuando se le preguntó: ¿Qué te hace llorar? “Guao, ¡qué pregunta! Pero sí, yo lloro. Me hace llorar la palabra de Dios porque esas palabras uno las trae a la realidad y pues, ahí llegan los pensamientos y llegan las lágrimas. No sé qué es lo que me pasa, pero eso me hace llorar”. Al parecer, hasta tocar el tema lo conmueve.

A David le preocupa el hecho de que en la actualidad no se cumpla la palabra de Dios, y que la gente haga cosas que van contra su ejemplo. De ahí es que dice: "No estoy llamado a realizar un trabajo vulgar, que otros lo hagan y logren viralizarse, no lleva a hacer lo mismo. Si me hago viral, me gusta que sea por ser un buen influencer, hacer cosas positivas. Me emociona hacer algo diferente y que las personas se sientan cómodas con eso. No hay necesidad de yo ser vulgar". Lo reitera.

En cuanto a sus emociones, no perdió tiempo en decir: “Mis emociones ¡wao! diría que son bacanas jajajaja porque con mis amistades me río muchísimo y disfruto sanamente, pero cuando veo tanta vulgaridad e inmoralidad, me pongo triste". Aun con esta nostálgica reflexión, para Víctor, la vida es bella.

PIE

Este joven quiere darse a conocer por el mundo como una persona que cree en la felicidad.