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¿Cuáles competencias deben poseer los médicos del siglo XXI?

En salud se producen alrededor de 2 millones de artículos científicos cada año, así que deben saber discriminar esas informaciones y su grado credibilidad, partiendo del concepto de medicina basada en evidencia

Nuestra realidad cotidiana cambió y con eso han surgido nuevos desafíos en todos los aspectos de la vida.

Marcos NúñezEspecial para Listín Diario
​Santo Domingo

Modelos. Hay cinco herramientas que son cruciales para los profesionales de la medicina de hoy, y que les permitirán redefinir la atención médica para mejorar la vida de todas las personas.

Fenómenos globales como la pandemia y el cambio climático, junto a los vertiginosos avances de la tecnología y de la inteligencia artificial han transformado el mundo. 

Nuestra realidad cotidiana cambió y con eso han surgido nuevos desafíos en todos los aspectos de la vida, especialmente en el ámbito de la salud.

La medicina evoluciona a pasos agigantados y toca a los nuevos profesionales de la salud prepararse para responder a las nuevas necesidades de la humanidad. 

El doctor Marcos Núñez, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de Unibe, resume las competencias fundamentales que los médicos que se están formando deben desarrollar, con miras a liderar, anticiparse y responder adecuadamente a una sociedad en constante transformación. Además de los conocimientos, habilidades, destrezas clínicas y actitudes para enfrentar las distintas situaciones, estos deben tener:

Liderazgo y pensamiento crítico

“Hemos podido comprobar que hay un vacío en todas las instancias con relación al liderazgo. En cuanto al pensamiento crítico, me refiero a esa capacidad de pensar fuera de la caja a la hora de buscar soluciones, asegurarse de que sean contextualizadas y poder analizar las cosas desde distintos puntos de vista”, explica. La primera parte del informe “Médic@s competentes en el horizonte 2030-2040”, desarrollado por la consultora de salud Luzán 5, también enfatiza sobre la importancia de las competencias no clínicas, como el liderazgo, en los médicos del futuro.

Habilidades blandas diversas, incluyendo adaptabilidad y flexibilidad.

En la pandemia, estas capacidades se pusieron a prueba. “En la universidad y en la escuela de Medicina tuvimos que hacer uso de ellas y pasar de la reacción a la acción, tanto para adaptarnos a la virtualidad y aprovechar sus ventajas, como para retornar a los hospitales con estrictos protocolos aprobados por el MESCyT”. 

En este grupo de habilidades blandas, el doctor Núñez también menciona la resiliencia, la escucha activa y el enfoque humanista en la atención; es decir, la capacidad de ofrecer cuidado integral al paciente, con empatía y un trato digno. 

“El personal de salud, que fue utilizado al máximo durante la pandemia, demostró la importancia de estas competencias”, asegura el doctor y académico.

El autoaprendizaje. “Es muy importante para la universidad del siglo XXI enseñarles a los futuros médicos a autoaprender, y en muchos casos, a desaprender para volver a aprender”, afirma. 

“Es clave que aprendan a hacer búsquedas de informaciones biomédicas confiables. En salud se producen alrededor de 2 millones de artículos científicos cada año, así que deben saber discriminar esas informaciones y su grado credibilidad, partiendo del concepto de medicina basada en evidencia”, dice.

El autoaprendizaje. “Es clave que los futuros médicos conozcan el impacto que tienen en la salud de la población aspectos como el cambio climático. Si no cuidamos el planeta, el clima nos va a pasar factura”, asegura..

Conocimiento de las tecnologías de la información y la comunicación

El estudio “Replanteando al médico del futuro: Abrazando nuevas tecnologías, empatía y nuevos modelos de atención”, de la empresa consultora Deloitte, arrojó que la tecnología seguirá jugando un rol protagónico para la toma de decisiones sobre tratamiento, prevención y preservación del bienestar en la medicina. 

El doctor Núñez afirma que los profesionales de la salud deben aprender a sacarle el máximo provecho a la tecnología. 

“Hoy día tenemos la telesalud, la telemedicina, la teleconsulta y hasta las redes sociales, que brindan la oportunidad de influir en la población en temas de prevención y promoción de la salud”, explica.