Ser víctima de una persona con trastorno narcisista, una relación que te lleva a terapia
Buena parte de los diagnósticos psicológicos actuales responden a personas víctimas de otras con un trastorno narcisista de la personalidad
La psicóloga clínica Pilar Guerra alerta sobre el significativo aumento de pacientes en tratamiento psicológico por mantener relaciones estrechas con personas con trastorno narcisista de la personalidad.
“Cada vez detectamos más casos con síntomas tales como depresión, soledad o aislamiento que son consecuencia de relaciones con personas con trastorno narcisista de la personalidad, ya sea en pareja, familia disfuncional, grupos de amigos o en el entorno laboral, con jefes déspotas que rozan el mobbing laboral”, explica la especialista.
Algunos de los rasgos más frecuentes de una persona que padece un trastorno narcisista de la personalidad son la necesidad de atención continua por parte de los demás, el deseo de superioridad irrazonable y un sentimiento exagerado de autoimportancia, entre otros.
Es fundamental detectar estos patrones de comportamiento con agilidad para evitar terminar como víctimas de relaciones desagradables que, como afirma la psicóloga, actualmente se considerarían como maltrato.
Empatía y ecpatía
En una entrevista concedida a EFESalud, la especialista indica que las corrientes más positivistas de la psicología están en retroceso: “Hemos dejado de considerar que la responsabilidad de nuestras dolencias emocionales es nuestra. No siempre es verdad“.
Existen tendencias en la psicología actual que dividen a las personas en dos grupos: las empáticas y las ecpáticas. Las primeras son las capaces de identificarse mental y emocionalmente con otras personas, mientras que las segundas carecen de estas cualidades.
Según explica Pilar Guerra, las personas ecpáticas a menudo son diagnosticadas con trastornos de las personalidad y de psicopatía integrada y pueden producir secuelas postraumáticas en las personas empáticas con las que mantienen relaciones estrechas.
La especialista explica que debido a la mayor presencia de oxitocina en las mujeres, estas tienden a ser más empáticas, ya que esta hormona es la encargada de modular nuestros comportamientos sociales y sentimentales.
Darnos cuenta de que algo no va bien
No siempre nos percatamos de los comportamientos dañinos que nos rodean y lo cierto es que la salud mental puede empeorar por no prestar atención a las señales que la mente nos envía.
Reconocernos como víctimas no siempre es fácil, por lo que Pilar Guerra nos deja algunas señales de deterioro de nuestra salud mental a las que debemos estar atentos:
- Negatividad
- Miedos, cambios de humor repentinos y preocupaciones excesivas
- Procrastinación
- Aislamiento
- Apatía
Es importante recordar que no siempre las personas causan daño voluntariamente y que nosotros mismos podremos haberlo hecho en alguna ocasión. Sin embargo, debemos prestar atención a estos síntomas que nos alertan de un posible malestar emocional.