Rituales y huevos para una renovación

Compartir, decorar huevos con distintos colores, o bien rellenos de almendras y revestidos de chocolate, y la utilización del símbolo del conejo es una tradición que se ha divulgado a través de los años en primavera, cuando también se conmemora la resurrección de Jesús, el Cristo, el Domingo de Pascua.

Algunos países, como Polonia, suelen llevar a la iglesia católica el sábado de gloria a bendecir una canasta de huevos que los niños previamente decoraron y utilizarán luego para el Domingo de Resurrección. Es el símbolo de una vida nueva.

Los huevos representan la creación, hacer estos rituales de Pascua en esta época se usa para sintonizarnos con la energía de la manifestación y florecimiento de nuestros planes. Algunos rituales con el huevo incluyen preparar el huevo concentrándonos en nuestros propósitos y nuestros buenos deseos al prójimo mientras lo vamos elaborando con el chocolate.

Los huevos pintados con el colorido propio de la primavera aportan a nuestras vidas el vigor que proveen los colores mismos. La tradición se ha sostenido en el tiempo por el comercio y los juegos de niños que consisten en esconder los huevos de chocolate en los jardines y en las casas para luego encontrarlos y armar sus canastas.

El origen de estas tradiciones es diverso, según la cultura y la localización geográfica. Hay quienes aseguran que en la Edad Media la iglesia prohibió el consumo de carne en Cuaresma y el huevo era incluido, se cuenta que la gente los pintaba para diferenciarlos de los frescos y consumirlos después del ayuno de la Cuaresma.

Otros reseñan la procedencia de esta usanza en la diosa Ostara, de quien heredamos el nombre de Easter, la antigua divinidad de la primavera, en tiempos en que se honraban los equinoccios y los solsticios y se considera que la luz de la primavera rompía con la oscuridad de los meses invernales.

Este tiempo es muy propicio para los rituales que ayudan a concentrar tus energías en una dirección. Tradicionalmente se limpia de adentro hacia fuera, se suele lavar cortinas, darles la vuelta a los colchones, refrescar la casa, hacer sahumerios con plantas, echar agua bendita, colocar flores y olores que transmiten bienestar, gracia y luz a la casa y al practicante o bien colocar semillas y especias augurando éxito y prosperidad en la estación.

Los rituales y las visitas a los templos o realizar rituales dulces, medites o amanecer orando y agradeciendo adquieren significado cuando te ayudan a vincularte con la parte divina de tu ser y a restablecer tu yo espiritual, pero carece de fuerza cuando no honras tus palabras, no eres congruente con tus acciones. Si sales de una salutación al sol, algún viaje lejano a las pirámides o visitar templos para luego proferir maldiciones y quejas, atropellas a otros con tus acciones, bajas tu vibración. Cada lugar que pisas es sagrado por la bondad en tu intención, la generosidad en tus actos y el trato afable, producto de encontrar el rostro de Dios en cada ser y el cuido al lugar donde habitas.