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EVENTOS

Romper el protocolo nunca estará de moda

El buen gusto de saber adaptarse: códigos de vestimenta temáticos y otros retos modernos.

Es cada vez más común recibir una invitación a un evento social y que nos indiquen, persistentemente, el dress code. Pero, para esta ocasión, no enfatizaré en aquellos a los que estamos acostumbrados, gala o etiqueta tropical, sino aquellos que exhortan a los invitados a agregar un marcado dramatismo a sus atuendos.

Los anfitriones se han vuelto más creativos a la hora de elegir el concepto de la fiesta en la que el invitado debe asistir de acorde a la temática, y puede ser desde un atuendo ‘galáctico’, hasta ‘White and Shine’ e incluso ‘Great Gatsby’.

Nos van retando a que juguemos con nuestras habilidades de estilistas de moda sin perder la esencia, una situación que a algunos divierte y a otros no tanto.

¿Qué es un dress code? Conocido como “código de vestimenta”, es un conjunto de normas, o sugerencias, que busca establecer la forma correcta de vestir según el evento, repasando datos como hora, lugar, clima y tipo de celebración.

Es importante entender la diferencia entre un código de vestimenta y un disfraz, ya que el primero propone elementos estéticos manteniendo el estilo del individuo, mientras que el segundo solo se interesa en el revestimiento de indumentaria con un mensaje referencial.

Cualquier elemento puede inspirar una temática, desde un color, hasta un objeto; una cultura, un país, una película o una celebridad. Es un mundo amplio, y a la vez interesante, cuando se utiliza como marco de una celebración.

Ser o no ser, ahí el dilema. Muchas personas se contraponen a la práctica de cumplir con la temática de vestuario, olvidando que asistir a un evento sin respetar esta norma es tan de mal gusto como ir a una boda formal con ropa de playa. La discusión se ha mantenido por años y la respuesta siempre será la misma: Romper el protocolo nunca estará de moda, y siempre será visto como una falta de etiqueta.

Un dato relevante es que el protocolo será relativo según el anfitrión y el país. Por ejemplo, en una boda se nos habla de la prohibición de elementos cromáticos, como el blanco y el negro, sin embargo, cuando la invitación expresa de manera puntual que se desea esa paleta de color neutral en los invitados, no queda más que cumplir o, simplemente, no asistir.

Es responsabilidad del anfitrión

Comunicar de forma precisa, clara e ilustrada el dress code al cual se refiere, sobre todo si no está usando los más clásicos y conocidos por todos, por lo que la creación de un moodboard será una excelente idea que ayudará a sus invitados a entender mejor los elementos imprescindibles, como: colores, texturas, accesorios, maquillaje y estilismo de peluquería, creando así una base sólida sobre la cual trabajar, dentro de la temática y el estilo de cada quien.

Es responsabilidad del invitado

Realizar por sus propios medios una investigación profunda de cualquiera que fuese el “reto fashionista”, como boho chic, marítimo, Met Gala, ‘Golden Hollywood’ y ‘London Tea’, entre otros.

Igualmente, lograr conceptualizar un look original en el cual convivan sus toques personales, en armonía con la temática asignada.

Es válido valerse de profesionales como estilistas y asesores de imagen que puedan ayudar a un mejor resultado. ‘Met Gala’ es un excelente ejemplo. Esta celebración, que por su magnitud y convocatoria se conoce como ‘los Óscar de la moda’, da inicio a una exposición temporal en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, con una exquisita gala a la cual solo las celebridades más importantes del espectáculo pueden asistir.

Cada edición tiene su propia temática, pero no de aquellas simples y fáciles de encontrar en cualquier tienda de disfraces, sino temas tan rebuscados y complejos como “Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination”, que trajo consigo una narrativa que evocaba cómo las grandes casas de moda se han inspirado en la religión católica como elemento artístico para sus colecciones icónicas.

En esta alfombra roja que atrae miradas de todo el mundo no se valoriza lo ‘lindo’ o ‘feo’ de un estilismo, tampoco se aprecia con una frase tan vacía y mal utilizada como ‘sin desperdicio’, porque hablamos de los elementos que aprueben o no un look porque conectan de forma literal, o poética, con el concepto dado por los organizadores.

Tres pasos para lucir acorde a tu próxima fiesta temática

1- No tengas miedo a preguntar: Como mencioné anteriormente, la creación del moodboard es ideal para referencia de lo que el host desea con sus invitados, pero no es una práctica muy común, por lo que si solo tienes un pedazo de cartón con una temática incomprendida por ti, nadie podrá orientarte mejor que el mismo anfitrión. Por consiguiente, no tengas miedo a preguntar por ideas o cuál es el concepto que se desea.

2- El total look es importante, no es solo la ropa. No basta con simplemente llevar el atuendo adecuado. Si lo haremos, lo haremos bien. Dentro de la temática, engloba tu maquillaje, peinado, accesorios y, si no es mucho pedir, “entra en el personaje’. Recuerda que han preparado una celebración de la cual vas a disfrutar y la mejor forma de mostrar tu gratitud por la invitación es luciendo impecable.

3- Prepárate con tiempo. Uno de los principales errores de los cuales se puede pecar al recibir la invitación de un evento temático es dejar el proceso de preparación “para último”, en buen dominicano, ya que muchas veces las tendencias del momento no se alinean con lo que vamos buscando, por lo que debemos recurrir a comprar piezas online o hacer un scouting por el guardarropa de nuestras amigas. Lo mejor es tener tiempo suficiente para ejecutar el plan B, e incluso al plan Z si es necesario, pero nunca romper el código que previamente se nos ha avisado.

En conclusión...

1. Cumplir con un dress code es una muestra de buen gusto.

2. Se asigna una temática con la única intención de que se cumpla.

3. Si el invitado no está en la disposición de adherirse al código de vestimenta, lo favorable es declinar.