Mamá Teté: el Alzheimer la atrapó en el tiempo, pero su nieta le ha creado un espacio a sus recuerdos
Ella era la más esperada. Llegó con su vestido azul con estampados blancos, y en sus brazos, una muñeca. “Esa es mi niña”. Lo dijo mientras se sentaba y la colocaba lentamente en sus piernas. Cuidando que “la bebé” estuviera segura, se arregla las múltiples alhajas que llevaba puestas. “Ese anillo me lo regaló el novio mío”. Lo cuenta sin dejar de acariciarlo como si en efecto estuviera viviendo un momento romántico de su vida.
Sus familiares la rodeaban manifestándole muestras de afecto y un cuidado tierno y adecuado para personas que como ella, están atrapadas en las garras del Alzheimer. LISTÍN DIARIO fue testigo de cómo la historia de María Teresa Guzmán, cariñosamente mamá Teté, dio vida a un espacio a través del cual, su nieta Lucía Sarita quiere aportar para que los adultos mayores vivan y disfruten a plenitud de sus recuerdos.
A pesar de que días antes a la apertura del ‘SaritaCelestec Homes by Majestic Residences’, la dominicana que trajo al país la novedad desde Estados Unidos visitó este medio para contar la historia que hay detrás de este proyecto, fue necesario asistir para compartir con mamá Teté.
Verla darle de comer a la muñeca (su niña), escucharla hablar de los 24 años que va a cumplir, cuando en realidad tiene 96, y observar cómo se arregla su vestido y sus prendas denota que la enfermedad la dejó atrapada en aquella época de coquetería. Se ríe con frecuencia. Se pone seria por ratito, pero ¡ojo!, no pierde la compostura, pues “por ahí anda mi novio”. Parece que es un hombre al que quiso mucho. No dice nombre, solo deja saber que alguien “la pretende”.
No tuvo hijo
Al recibir la información de que mamá Teté no tuvo hijo, sino que crió a un amplio grupo de “sobrinos-nietos”, pudo entenderse el porqué de su compañera inseparable: su muñeca. ¿Cómo se llama? Se le preguntó. “Margarita”, contestó. Al ratito, se llamaba Rosita y, conforme pasaba el tiempo, ya tenía otros nombres.
A sus comentarios, se le dispensaba una sonrisa con mucha respeto, porque tal vez el Alzheimer le ha robado su memoria, pero no su dignidad. Eso también es lo que quiere preservar Lucía con el nuevo hogar.
Motivación
Cuidar esa inocencia que, producto del Alzheimer, acompaña a su tía-abuela, fue lo que movió a Lucía Sarita, radicada en Nueva York, a tener un acercamiento con la gente de la referida franquicia. “Yo tengo alrededor de 30 años viviendo allá, trabajando en el área de la salud y, cuando me entero del diagnóstico de mamá Teté, vengo al país para asegurarme de que esté bien atendida”. Esto la pone melancólica, pero decide ocuparse en vez de preocuparse.
Prosigue: “La familia se entregó en cuerpo y alma, pero no siempre se sabe lidiar con este tipo de pacientes. Es por eso que hago un viaje al país para buscar un centro donde ella pueda tener calidad de vida. Sin ánimo de crítica, no encontré uno que se ajustara a lo que queríamos”. Se le aguan los ojos porque sabe que como su pariente, hay muchas personas en el país.
“La situación de mamá Teté me hizo ver que mi país me necesitaba”
Luego de que Lucía Sarita viene a República Dominicana a conocer la situación de su mamá Teté, regresa a Estados Unidos, con el tormento de no tener en un sitio seguro a quien para ella es como una madre. “Cuando llego, decido hablar con la gente de Majestic Residences, una franquicia que opera en varios estados norteamericanos, y le manifiesto mi inquietud. Ellos aceptaron. Duramos dos años trabajando para hacer realidad este sueño, que hoy concretamos, ya tenemos un centro para ellos que es una especie de extensión de su hogar”. De esto está satisfecha y agradece a sus aliados por permitir que este país sea el primero en Latinoamérica con este tipo de espacio para adultos mayores.
Pero esta dominicana emprendedora no está divorciada de lo importante que es el bienestar para la población envejeciente. En Estados Unidos se formó en enfermería y en ciencias de la salud. Estar en esa área le ha permitido tener una noción clara de lo que es el Alzheimer y el cuidado que necesitan las personas que padecen esta enfermedad que afecta la memoria, así como otras que deterioran su funcionalidad.
No fue que hizo uso del dicho “el dolor ajeno no quita el sueño”, pero no supo qué tan grave era la situación que viven los adultos mayores en su amada República Dominicana hasta que le tocó de cerca enfrentar esa realidad. “Cuando me entero de que mi tía-abuela, la mujer que me crió, tiene Alzheimer es que noto que mi país necesita de mí, de lo que aprendí, de lo que deseo para que esta población viva con dignidad”. Esto lo contó Lucía durante su visita a LISTÍN DIARIO, dos días antes de inaugurar el ‘SaritaCelestec Homes by Majestic Residences’, el espacio que ha concebido para el adulto mayor.
En este proyecto, ella no ve un negocio, ve la solución a esa población que necesita afecto, cuidado y la debida atención, ya sea porque tienen problemas de memoria, Parkinson u otras afecciones de esas que desgastan su calidad vida. “A veces la familia no dispone ni de tiempo ni de los conocimientos necesarios para dispensarles ese servicio que le suma calidad a sus años”. Al hacer este comentario, se lamentó de las tantas visitas que hizo a algunos centros para ver dónde podía fijar residencia a mamá Teté. “Ninguno llenó mis expectativas, no era lo que quería para mi tía-abuela, y sé que no es lo que nuestros envejecientes necesitan y se merecen”. Su cara deja claro que esto le afecta. Al menos, hoy Sarita sonríe junto a su mamá Teté, “porque ella es la protagonista de esta obra que sabemos, será de beneficio para otros envejecientes”, concluye.
MUCHO SACRIFICIO
Sabía que tenía los conocimientos para instalar en el país un lugar ideal para los adultos mayores. Lo que no tenía era el respaldo que se necesita para echar andar una obra de esta índole. “Ahí es que como te dije, recurro a mis amigos de ‘Majestic Residences’, que tienen 18 años operando y así traer la franquicia al país. No ha sido fácil, pero ya es una realidad. Me siento satisfecha porque es un aporte hermoso el que le estoy haciendo a los envejecientes y mi República Dominicana”.
La Ceo no perdió tiempo en formar su equipo. Sabe que, sin un personal capacitado en el área, las cosas no funcionan bien. “Ya hace un tiempo que tenemos geriatras, enfermeras, cuidadores y todo tipo de profesionales que garanticen las mejores atenciones para esa población tan vulnerable”. En la inauguración había una representación de quienes, durante 24 horas, los siete días de la semana ofrecerán atenciones hasta odontológicas y nutricionales a los envejecientes del centro.
Reporteros de este medio hicieron el recorrido por las habitaciones y demás áreas del lugar junto a Chuck, primera persona a la que recurrió Lucía, y a otros representantes de la franquicia, quienes vinieron al país a ser testigos de cómo República Dominicana se convierte en el primero en Latinoamérica en poseer este tipo de residencia.
Novedad. Sarita trajo la franquicia desde Norteamérica y el país es el primero en Latinoamérica en tenerla.