FOLCLOREANDO
Portadores de tradiciones necesitan protección
Uno de los aportes que se hicieron en mi gestión como primera directora nacional de Folklore fue la asignación de pensiones a más de veinte entes folks que han transmitido sus conocimientos no solo a sus familiares de manera espontánea, sino a muchos investigadores que buscan nutrirse de esas experiencias empíricas.
Una miseria
Al día de hoy todavía disfrutan de esos chelitos que les sirven por lo menos para transportarse a las actividades que se celebran durante el año, como músicos, bailadores, carnavaleros, etcétera.
Oportuna evaluación
También poseen un seguro médico para sus chequeos rutinarios, internamiento u otro servicio que ofrezcan. Pero no solo es eso, debemos protegerlos evaluándolos por si tienen otras necesidades, por ejemplo, si la vivienda tiene filtraciones, si es iletrado y acercarlo a una organización, que existen muchas, para darles seguimientos.
Valorar el talento
Cuando encuentro a uno de esos entes y me agradecen porque lo incluí en la lista de beneficiados, solo le digo que lo que transmite tiene un valor incalculable. Ellos actúan de manera espontánea para su disfrute o por lo económico y nada más, no conocen la importancia que esa labor tiene para el desarrollo del país.
¡Todos somos folk!
Mañana viernes 10 se celebra el Día Nacional del Folklore y se lo dedico a todos los transmisores de los conocimientos empíricos; todos somos ente folk cuando accionamos con lo que vimos y escuchamos en nuestras familias y entorno y luego lo repetimos. Cuando le agregamos a la comida los sazones de la abuela, cuando hacemos el ruedo a una falda, porque nuestra madre era modista; cuando pasamos por una iglesia y nos persignamos haciendo un acto de genuflexión. La tradición oral está presente en la cotidianidad de los seres humanos.