Ecuador: El “ombligo del planeta” que divide a la Tierra en dos
Visitar Ecuador no es solo contemplar sus atractivos, sino compartir y escuchar las historias de gente que vive ahí desde hace miles de años
Pasaron cerca de tres horas desde que atrás quedó el calor del Caribe para un grupo de periodistas enrumbarse a un viaje hacia un país de Sudamérica que ninguno había visitado. Un clima frío, elevaciones sobresalientes y una riqueza natural, cultural y gastronómica inigualable provocó la admiración de todos.
Al mirar por la ventana, ahí estaban, justo debajo, valles verdes interminables, montañas suntuosas y casas diminutas que indicaban que el grupo había llegado al territorio donde el mundo se divide en dos: Ecuador.
Luego del aterrizaje, amablemente los tripulantes de Arajet, la aerolínea dominicana que invitó a representantes de medios a explorar este país, dio la bienvenida a un destino casi sacado de un libro de ficción. Lo mejor es que los dominicanos pueden visitarlo sin necesidad de visado.
Ecuador significa “igualdad de tiempo y espacio”. Aquí, según sus habitantes, no existen días largos ni noches cortas, lo que sí existe es un tesoro biodiverso e importantes nevados y volcanes gracias a su posición geográfica privilegiada y sus más de 2,800 metros sobre el nivel del mar.
Naturaleza y cultura se fusionan maravillosamente en el Ecuador, donde alrededor del 18% de su población se consideran “indígenas puros” divididos en 13 grupos étnicos y al menos el 20% de su territorio comprende áreas protegidas.
Antes de bajarse del avión hay que estar claros de algo: visitar Ecuador no es solo contemplar sus atractivos, sino compartir y escuchar las historias de gente que vive ahí desde hace miles de años.
En la Mitad del Mundo
Vista aérea de la ciudad de Quito, desde el monumento en la Ciudad Mitad del Mundo. Ashley Presinal / Listín Diario
Una parada imperdible es el complejo turístico 'Ciudad Mitad del Mundo' en la provincia de Pichincha. Aquí la línea ecuatorial resalta en amarillo brillante, siendo la primera que logró determinar la división de los hemisferios norte y sur de la Tierra tras la segunda Misión Geodésica francesa en el siglo XVIII.
De forma paralela, los ecuatorianos afirman que los indígenas ya sabían que su territorio fraccionaba al mundo en partes iguales gracias a los astros. El “cómo” es un enigma hasta el día de hoy.
No obstante, dos siglos más tarde la aparición del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) evidenció que esta línea tiene un margen de error aproximado de 200 metros, por lo que se trazó una nueva, además de la simbólica, en el punto exacto.
Así surgió el Museo Intiñán, ubicado en la latitud 0°0'00", como una forma de rescatar la historia de los pueblos ancestrales y mostrar los “curiosos” efectos que produce la luz solar, entre los que se destacan la pérdida de 1 kilogramo por persona y la desaparición de la sombra por tres minutos durante el mediodía del equinoccio.
Los visitantes que cuentan con cierta habilidad pueden incluso llegar a equilibrar un huevo en la cabeza de un clavo.
Quito colonial
Cambio de Guardia en la Plaza Mayor de Quito a la izquierda, a la derecha el Centro Histórico de Quito. Ashley Presinal / Listín Diario
El Centro Histórico de Quito ha sido reconocido como una de las ciudades coloniales más extensas y mejor preservadas en todo el mundo, tanto así que el 8 de septiembre de 1978 se convirtió en la primera ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
Caminar por sus calles recuerdan los tiempos en que Quito era colonia española, resaltando su notable arquitectura y una Plaza Mayor en el centro de toda la actividad que reúne gente de todo el mundo. Esta zona alberga 40 iglesias, el Palacio de Gobierno, el Palacio Arzobispal, la alcaldía y la catedral más antigua de Sudamérica.
Una de las actividades más llamativas tiene lugar cada martes al mediodía durante el “Cambio de Guardia” de los Granaderos de Tarqui, la escolta presidencial. Esta ceremonia reúne por breves minutos a decenas de personas, entre curiosos extranjeros y ecuatorianos que honran la patria.
El majestuoso “Chimborazo”
El volcán Chimborazo, provincia Chimborazo.
“¡Bienvenidos al Chimborazo! La montaña más cercana al Sol desde la Tierra, más que el Everest”, con sonrisas, a pesar de las frías temperaturas, recibieron al grupo de dominicanos, Manuel, Patricio y Cristian, comunitarios que viven al pie del volcán Chimborazo y que con el tiempo se convirtieron en guías turísticos.
Un manto blanco con piedras negras dispersas y un letrero que marcaba 6,310 metros de altura sobre el nivel del mar indicaba que ya se estaba pisando tierra de una de las mayores elevaciones de los Andes.
El Chimborazo es una de las montañas de más fácil acceso en el Ecuador, ya que se puede subir en vehículo hasta una altura de al menos 4,800 metros, pero se requiere de una preparación especial a nivel físico.
Es un lugar respetado, pues los indígenas de la provincia homónima creían que era su gran “taita” o “padre” y le pedían protección y favores. Algunos incluso piden a las autoridades ecuatorianas que su alma descanse en esta montaña, colocando sus lápidas en una zona conocida como “camposanto”.
Esta elevación recibe a más de 140 mil visitantes que gustan de actividades como la alta montaña, senderismo, trekking, camping y fotografía.
De acuerdo con registros del Instituto Geofísico, en Ecuador hay 98 volcanes, 31 de ellos activos, potencialmente activos o en erupción. Entre sus más grandes elevaciones figuran el Chimborazo; el Cotopaxi, el volcán activo más alto del mundo; el Cayambe y el Antisana.
Tabacundo, la “capital mundial de las rosas”
Mercado de flores en Tabacundo, Pichincha. Ashley Presinal / Listín Diario
“Pirámide ancestral de rosas rompe récord en Ecuador” se leía en los titulares de los periódicos cuando el 21 de julio de 2018 Tabacundo, ciudad de Pichincha, ganó el Récord Guinness por la mayor estructura de rosas en el mundo con un total de 546,364 flores producidas en la sierra andina.
Las rosas de Tabacundo, beneficiadas por la luz solar perpendicular “casi perfecta” y un clima propicio para el cultivo, son conocidas por sus colores llamativos, aroma, el tamaño de sus botones y la duración en florero.
A pesar de su fama internacional, las flores tienen un precio asequible para los que desean comprarlas, llegando a costar dos dólares un arreglo de 24 rosas.
La exportación de rosas es uno de los rubros más importantes en la sierra, siendo sus principales clientes los mercados de Estados Unidos, Rusia, Canadá y la Unión Europea.