La Vida

SALUD MENTAL

La Navidad y las depresiones

Debemos distinguir la depresión estacionaria de Navidad de la depresión mayor. ISTOCK

Ana Mirtha VargasSanto Domingo, RD

La depresión blanca o blues de Navidad es una “depresión estacional” porque es propia del momento en que ocurre, en este caso, las fiestas navideñas y de Año Nuevo.

Así como llega se disipa a medida que pasan los días. ¿Por qué ocurre? Los tiempos propios en que la familia se reúne por celebración apunta a acercarse con los seres de nuestro corazón. Se estrechan los lazos, y se comparte. En estos tiempos también hay mucha exposición a evaluar el pasado. Los aciertos y desaciertos, pérdidas económicas y, aún más importante, cuando hemos perdido a personas que amamos o nos vemos imposibilitados de compartir con ellas, y encontramos la silla vacía, es como poner el dedo en la llaga de nuevo, reaviva el dolor por las pérdidas, se pueden asomar sentimientos de impotencia, abandono, frustración y de soledad.

Debemos distinguir la depresión estacionaria de Navidad o cualquier estado depresivo derivado de cambios fisiológicos u hormonales producto de alteraciones de algunas glándulas u otros temas médicos de la depresión mayor: esta última es el trastorno psicológico más común mundialmente, de acuerdo con las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y si no es tratada adecuadamente puede provocar nuevas patologías importantes en la salud.

¿Qué siente una persona con depresión mayor?

Tiende a verse ella misma triste, desesperanzada, confundida, ahogándose. Brotan pensamientos negativos que la acosan. Se siente frustrada. Cree que a nadie le importa lo que le pasa, siente la desidia de los demás y se sume en un sentimiento de irritabilidad, ira. Se ve alterada.

Si te encuentras atravesando un proceso de trastorno del sueño, alteración en los ciclos, insomnio o sueño interrumpido, falta de higiene, desaliño personal, pérdida de interés, así como cambios en la ingesta de comida y aumento o pérdida del apetito, impotencia o frigidez, te pones agresivo o tienes pensamientos de suicidio, recuerda que puedes superarlo, no vaciles en buscar ayuda profesional.

La depresión es un problema mayor de salud mental y se requiere tratamiento a cargo de un especialista; si no se realiza el tratamiento pertinente, la condición puede resultar lamentable. Se debe optar por visitar un terapeuta de la salud mental, la persona debe evitar automedicarse o tratar de sanar con manuales de autoayuda, que si bien son útiles para psicoeducar, no reemplazan al profesional. Descargarse con personas impropias puede demorar tu bienestar.

¿Cómo apoyar a alguien que está en un proceso depresivo?

- Anímalo a visitar a un especialista

- Escuchar sin juzgar

- Un abrazo genuino, una mano en el hombro puede dar contención, el calor humano ayuda

- El allegado debe evadir la tentación de jugar el papel de psicólogo. Si no estudiaste para ello posiblemente estés perdiendo algunos factores que un profesional sí podrá evaluar y manejar correctamente

Depresión de Navidad

Cuando se trata de una depresión simple o blues de Navidad resulta beneficioso encontrar el lado positivo:

- Escribe

- Procura retomar viejas amistades

- Recordar las experiencias lindas que dejó la persona ausente

- Escuchar música alegre, utiliza colores brillantes, anaranjados

- Situarse en el tiempo presente

- Sonríe, todo pasa

- Procura ayudar a otros

Que nazca Cristo en ti.

Ver también: La ‘depresión sonriente’ puede pasar inadvertida hasta a los más cercanos