La Vida

PSICOLOGÍA

Déficit de atención: un trastorno que también es cosa de adultos

Aunque se inicia en la primera infancia, persiste a través de la adultez. Pueden cambiar las conductas y los síntomas, pero el trastorno es el mismo.

No todos los adultos manifiestan todos los síntomas y/o conductas de igual manera.

Carmen Virginia RodríguezSanto Domingo

“El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se caracteriza por un patrón persistente de falta de atención o hiperactividad e impulsividad, o ambos, cuya frecuencia y gravedad es mayor de lo típicamente observado en individuos con un nivel comparable de desarrollo (American Psychiatric Association, 1994).

El TDAH es un trastorno heterogéneo, es decir, las personas presentan perfiles diferentes de síntomas primarios (p. ej., en el nivel de actividad), de trastornos asociados, de trasfondos familiares, de cursos evolutivos y de respuestas al tratamiento. ….”. José J. Bauermeister, Ph.D.

Es un trastorno que se inicia en la primera infancia, pero persiste a través de la adultez. Pueden cambiar las conductas y los síntomas, pero el trastorno es el mismo. También es importante resaltar que no todos los adultos manifiestan todos los síntomas y/o conductas de igual manera. Veamos algunos síntomas y conductas que pueden evidenciarse en los adultos, y que quizás no son diagnosticados, sin embargo, traen dificultades en la funcionabilidad del individuo:

Impulsividad en toma de decisiones importantes que, desde una posición del adulto, amerita cierto análisis, dificultad para manejar el estrés, dificultad para iniciar ciertas tareas, y/o también para terminarlas, dificultad para administrar el tiempo, dificultad para manejar el dinero de manera adecuada, falta de organización , dificultad para establecer prioridades, realización de varias tareas simultáneamente, dificultad para prestar atención, hiperactividad continuamente, cambios de humor, baja tolerancia a la frustración.

Hay otras conductas que generan mucha frustración en adultos con esta condición, por ejemplo, la procrastinación y el olvidar cosas importantes o responsabilidades que están supuestas a realizar. Muchas veces, cambios constantes en la carrera elegida y/o cambio de parejas constantes, así como un hiper enfoque en lo que gusta hacer, olvidando otras responsabilidades importantes.

Generar cambios

Sin embargo, es posible coexistir con el trastorno y vivir estable. El primer paso es reconocer que estas conductas me traen situaciones indeseables en mi vida. Con esta conciencia, podemos proponernos generar cambios e integrar herramientas en nuestras vidas que nos lleven a un funcionamiento satisfactorio tanto con nuestro día a día como con nuestras relaciones significativas.

Como adulta que vive con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, puedo decir que he caminado a través de los años por caminos a veces retadores y confusos, y por ello he realizado mucha investigación sobre el tema, ya que, en generaciones como la mía, un niño o una niña con esta condición era tratado simplemente como “el niño o la niña” que habla mucho, se mueve mucho, saca malas notas y no obedece.

O “cómo el niño o la niña es tan inteligente, pero no estudia, si estudiara más o no dejara las cosas para última hora le fuera mejor en las notas”. Hoy se sabe que no es 100% así, y que este trastorno necesita ser visto y tratado, ya que es posible estudiar y ser funcional, pero también puede convertirse en un real reto para la persona que lo vive, si no se tiene la conciencia del porqué de ciertos comportamientos.

_________ La autora es M.A. Grupo Profesional Psicológicamente