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Medio siglo tratando de "detener la marcha suicida de la humanidad"

Fotografía de archivo de la vista de árboles reflejados en un estanque en el bosque Heide de Dresde (Alemania). EFE/Filip Singer

Fotografía de archivo de la vista de árboles reflejados en un estanque en el bosque Heide de Dresde (Alemania). EFE/Filip Singer

El mensaje ambiental que el general argentino Juan Domingo Perón lanzó a los líderes mundiales en 1972 desde Madrid, en el que llamó a "detener la marcha suicida de la humanidad", sigue vigente 50 años después y constituye el origen del Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, que se celebra este martes. “Ha llegado la hora de que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobreestimación de la tecnología”. Este lúgubre pronóstico, recogido en un escrito titulado “Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” -publicado por Perón desde su exilio en Madrid el 21 de febrero de 1972-, fue emitido en el contexto de la Conferencia de Estocolmo celebrada en junio de 1972, el primer encuentro internacional organizado por Naciones Unidas para abordar cuestiones medioambientales. Aquella conferencia supuso la incorporación de la protección medioambiental en la agenda internacional y en ella se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la principal autoridad encargada de evaluar el estado del planeta y de la naturaleza a nivel mundial y las causas de su progresivo deterioro. El vanguardista mensaje de Perón señala la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esta "marcha suicida, a través de una acción mancomunada internacional”, al igual que se proponen hacer los líderes mundiales en la próxima COP27 de Sharm el-Sheij, Egipto. En su carta, más allá del análisis científico, en referencia a la destrucción de la biodiversidad, Perón trató de aportar su visión de estadista: “La concientización debe originarse en los hombres de ciencia, pero sólo puede transformarse en la acción a través de los dirigentes políticos”. El general argentino señaló que las cuestiones medioambientales “deben pasar a la agenda de las negociaciones entre las grandes potencias y a la vida permanente de las Naciones Unidas con carácter de primera prioridad”, ya que son el auténtico “problema de la humanidad”. En su mensaje cuestionó además las “mal llamadas Sociedades de Consumo", afirmando que son en realidad "sistemas sociales de despilfarro masivo diseñados en los países tecnológicamente más avanzados" que funcionan mediante "el consumo de ingentes recursos naturales aportados por el Tercer Mundo", cuyos habitantes sufren las consecuencias del crecimiento de los primeros. Perón subrayó que "no se puede construir una nueva sociedad basada en el pleno desarrollo de la personalidad humana en un mundo viciado por la contaminación y la sed, y enloquecido por el ruido y el hacinamiento. Debemos transformar a las ciudades cárceles del presente en las ciudades jardines del futuro". Finalmente, el general argentino concluyó su declaración diciendo que “la Humanidad debe ponerse en pie de guerra en defensa de sí misma. Por eso convoco a todos los pueblos y gobiernos del mundo a una acción solidaria”. El mensaje ambiental de Perón fue enviado a Kurt Waldheim, entonces secretario general de las Naciones Unidas y director de la Conferencia de Estocolmo, y lograron que se fijara el 18 de octubre como el Día Mundial de Protección de la Naturaleza