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La naturaleza y sus sonidos como terapia

Lobos aullando, pájaros cantando, lluvia cayendo, el viento soplando entre los árboles, el crujir de una corteza... Los sonidos naturales, no solo nos inspiran y conectan con el planeta, sino que además son buenos para nuestra salud, según los científicos.

Para muchas personas hay pocas cosas que sean más placenteras y que hagan la vida más agradable que permanecer en comunión con la naturaleza. Sostienen que un paseo por el bosque o un prado verde puede ser una experiencia inolvidable, tan estimulante como relajante, y que ofrece a la mente una oportunidad única para distraerse del estrés cotidiano.

La ciencia les da la razón, ya que un metaestudio (revisión de investigaciones previas) sobre los efectos de escuchar los sonidos de la naturaleza, encontró que esta experiencia perceptiva. no solo puede ser un bálsamo para la mente y las emociones, sino que tiene sorprendentes beneficios para la salud.

El análisis de 18 estudios que examinaron los beneficios del sonido natural para la salud, revela la capacidad sanadora de los sonidos producidos por los seres vivos y los fenómenos de la naturaleza. Esto excluye los sonidos y ruidos antropogénicos, es decir provocados por los seres humanos y sus actividades.

Los científicos de la universidad canadiense de Carleton (que lideró la investigación) y de las universidades estatales estadounidenses de Michigan (MSU) y Colorado (CSU), destacan el papel de los grandes parques naturales como “entornos acústicos restauradores”.

Aunque los sonidos naturales de los parques urbanos, espacios verdes menos extensos y más inmersos en la cacofonía de las muchedumbres y las ciudades, también benefician la salud, según esta investigación.

También ha participado en este trabajo el Servicio de Parques Nacionales, NPS, (www.nps.gov) estadounidense, que tiene un departamento denominado ‘División de Sonidos Naturales y Cielos Nocturnos’, que brinda liderazgo científico y asistencia general, para recopilar datos de referencia relacionados con la acústica ambiental natural, según explica.

El NPS gestiona además el programa ‘Explorando el sonido’, que ofrece asesoramiento y consejos para “apreciar y comprender la importancia de los paisajes sonoros naturales en los parques y mejorar la experiencia de escucharlos”.

En su web (www.nps.gov/subjects/sound/explore.htm) ofrece una galería sonora con decenas de sonidos naturales, donde escuchar ‘en línea’ como suenan, desde las aves y los mamíferos, hasta los fenómenos geológicos y meteorológicos en los parques de las Montañas Rocosas y de Yellowstone, en EE. UU.

Como parte del estudio, el equipo de la CSU examinó las grabaciones de sonido de 251 sitios en 66 parques nacionales de los Estados Unidos, registrados en colaboración con el NPS.

Los sonidos naturales, como los de los lobos aullando, los pájaros cantando o la lluvia cayendo, inspiran a las personas y las conectan con la naturaleza, pero ahora esta investigación muestra que estos sonidos también son buenos para nuestra salud, según Rachel Buxton, investigadora del Departamento de Biología, en Carleton (https://carleton.ca).

Los investigadores han descubierto que las personas que experimentaron los sonidos de la naturaleza sintieron una disminución del dolor, un menor estrés, un mejor estado de ánimo y un mayor rendimiento cognitivo.

Los sonidos del agua resultaron más efectivos para mejorar las emociones positivas y generar beneficios en la salud, mientras que los sonidos de los pájaros combatieron el estrés y la sensación de molestia con mayor efectividad.

“Muchas personas han descubierto este efecto durante la pandemia de Covid-19, cuando el tráfico disminuyó durante la cuarentena, y se conectaron con los paisajes sonoros de una manera nueva, notando los sonidos relajantes de los pájaros que cantaban cerca de sus ventanas”, según Buxton.

Amber Pearson, profesora de la MSU, señala que los hallazgos destacan que los sonidos naturales “pueden reforzar la salud mental. en contraste con los efectos nocivos del ruido”.

Los estudiosos también consideran que aquellos parques con sitios tranquilos donde hay abundantes sonidos naturales y poca interferencia del ruido antropogénico, ofrecen mayores beneficios para la salud, en comparación con aquellos parques que son muy visitados, o están cerca de áreas urbanas y están inundados de ruido.

Por eso destacan que es necesario aplicar programas para conservar el paisaje sonoro natural de los parques con más afluencia de público, y reducir aquellos ruidos que perturban dicho paisaje.

Aunque ya existen programas innovadores para fomentar que las personas aprecien los entornos acústicos, desde excursiones, donde el objetivo principal es escuchar, hasta paseos por zonas tranquilas donde se pide a los visitantes que aprecien el silencio, explican.

Buxton sugiere que las personas cierren los ojos y sean conscientes de los sonidos que escuchan cuando visitan su parque favorito. “Estos sonidos son hermosos y buenos para nuestra salud, y merecen nuestra protección”, concluye.